En apenas dos minutos, una localidad quedó devastada. No se trata de una película postapocalíptica, sino de una tragedia que tuvo lugar en la localidad Estación López, de la municipalidad de Benito Juárez, en la provincia de Buenos Aires. Hubo cuatro víctimas fatales y más de cien heridos.

«Hubo una explosión muy grande y en el momento no nos dimos cuenta qué había pasado. Cuando llegó mi cuñada, que vive a una cuadra, llorando con los chicos, diciendo que le había volado el techo y que casi aplasta a los chicos. Entonces, ahí tomamos conciencia. Yo sentí una explosión, quedé medio aturdido y no sabía ni qué había pasado», dijo en su momento uno de los testigos.

La «explosión» se trató de un tornado categoría F4, que se desató el 6 de mayo de 1992, a las 18:30. En aquel entonces, Estación López tenía menos de 500 habitantes, de los cuales 300 fueron evacuados. Había también 60 viviendas, de las cuales 55 desaparecieron.

El tornado viajó a 400 kilómetros por hora. Ocupó 5 cuadras a lo ancho y 5 kilómetros a lo largo. Una de las víctimas fatales fue una chica de 15 años. «El tornado la hizo volar a 5 metros de altura y luego la lanzó contra el suelo», detalló un policía en aquel momento.

Además del 90% de las viviendas, el tornado destruyó la iglesia local, la escuela y el edificio de la estación ferroviaria. Todo, en apenas dos minutos.

El homenaje a las vícticas del tornado en Benito Juárez

A partir de entonces, el municipio de Benito Juárez recuerda todos los años a las víctimas del tornado, con un acto conmemorativo. En la última oportunidad, en ocasión del 30° aniversario del tornado, de los actos participó el señor Manuel «Tapa» Rezola, nativo de la localidad de María Ignacia Vela, que aquel fatídico día salvó su vida por milagro, ya que su vehículo fue despedido por la intensidad del fenómeno, cuando transitaba por el camino de acceso a la localidad.