Historia y presente. Mirar hacia atrás para reconocer nuestras raíces, saber de donde venimos y tener en claro quien somos y hacia donde vamos. El 28 de junio en el paraje Puente Fierro, se realizó el acto en conmemoración de los 202 años de la batalla de la Cañada de la Cruz, rememorando este hecho histórico que sucedió en Exaltación de la Cruz en los albores de nuestra patria.

Esta recordada batalla se dio en el marco de la denominada primera guerra civil entre unitarios y federales y opuso a Buenos Aires, cuyas tropas estaban a cargo del general Miguel Soler, y Santa Fe, liderada por el general Estanislao López. Finalmente, las tropas del interior fueron las que resultaron victoriosas.

La actividad fue encabezada por el intendente Diego Nanni y contó con la participación de autoridades municipales, alumnos y docentes de la Escuela Primaria Nº 9 y del JIRIMM Nº 1, los Bomberos Voluntarios de Parada Robles, miembros de la Sociedad Rural y vecinos de la comunidad anfitriona.

En primera instancia se efectuó el izamiento de la bandera nacional y se procedió a entregar una ofrenda floral en homenaje a los caídos en combate, a cargo de Nanni y la vecina Adriana Barreto.

Luego se escucharon palabras alusivas a la fecha a cargo del director de Cultura, Benjamín Vittori, y el cierre fue con danzas ya que se presentó el ballet de danzas del Centro Cultural de Parada Robles, a cargo de la profesora Alicia Debiaggi.

“Esta guerra civil, de la que resultaron victoriosas las tropas del interior, son una parte fundamental de la historia de nuestra Patria. Aún hoy debemos saldar las diferencias y generar mayor equidad hacia el interior del país, del que somos parte”, consideró Nanni.

La batalla de la Cañada de la Cruz se registró el 28 de junio de 1820 a orillas de la Cañada de la Cruz, un curso de agua que desemboca en el Paraná, en el deslinde de los actuales partidos de Exaltación de la Cruz, San Andrés de Giles y Luján. Allí se toparon los 2000 hombres de Soler con los 1500 de López, que tras un inicio desfavorable terminaron ganando el combate que dejó numerosas bajas de ambos lados.

Tras la batalla, Soler huyó a Luján y en los días siguientes presentó su renuncia, siendo elegido Manuel Dorrego para reemplazarlo.

La batalla de Cañada de la Cruz (junto a la de Gamonal) obligaron a la firma de dos tratados de paz que fijaron una alianza entre López y los gobernadores de Buenos Aires y finalizo el proceso de autonomía provincial, finalmente no lograda contra Buenos Aires, sino aliada a ella.