“Desde que comenzó la gestión, invertimos en poner en valor y acondicionar el cementerio municipal de Capilla del Señor, que siempre es un lugar muy especial”.

Con estas palabras, desde el Municipio remarcaron la labor que realiza, desde hace largos meses, para optimizar los servicios que se brindan en la histórica necrópolis local. Gestión que trabajo sin detenerse, ni siquiera en aquellos tiempos de pandemia.

“El cementerio es un lugar especial, no sólo porque allí se encuentran nuestros seres queridos, sino por la rica historia para nuestro distrito. Es que fue inaugurado en 1838 y en su interior se destacan ejemplos de arquitectura funeraria de alto valor patrimonial”, destacaron fuentes oficiales.

En ese sentido, en el cementerio se pueden apreciar antiguas bóvedas con puertas, lápidas de mármol, bajorrelieves y entre otras cosas. Dichas antigüedades que datan parte de la segunda mitad del siglo XIX, con referencia a las primitivas dimensiones de este camposanto.

El cementerio por sus empleados

“Esta semana, como en casi todas las semanas, se hizo corte de pasto, limpieza en general, limpieza de bóvedas, nichos y todo lo que requiere mantenimiento diariamente”, contó Facundo Russo, empleado de la necrópolis.

“La gente, cuando viene, nos agradece por el mantenimiento del cementerio, porque esta prolijo, cuidado. Se siente contenta de ver en estas condiciones el lugar donde cuidamos a sus seres queridos y nos dice que se encuentra en mejor estado que en otros tiempos”, agregó.

Por otra parte, el empleado también hizo hincapié en un aspecto que se ha potenciado en el último tiempo: el potencial turístico del lugar. “Nos pone contentos cuando viene gente de afuera, que también elogia el mantenimiento y la atención. Vienen muchas personas a recorrerlo, a sacar fotos y conocer los varios lugares históricos que tiene el cementerio”, confió.

La estructura del Cementerio

El Cementerio Municipal se habilitó el 27 de agosto de 1838, y en la inauguración se realizó el entierro de un esclavo negro del Rincón de Zárate, hoy Partido de Zárate.

En el pasillo principal, se destaca una interesante arquitectura funeraria monumental y algunas tumbas de alto valor artístico. También, se pueden apreciar las antiguas bóvedas con puertas-lápidas de mármol y bajo relieves y leyendas en francés e inglés, que delimitan el perímetro original.

Bajo el veredón que conduce a la cruz central, está ubicada la fosa común de los muertos en la epidemia de cólera de 1868. Finalmente se reconocen las austeras lápidas y viejas tumbas que recuerdan la importante comunidad irlandesa que habitó estas tierras.