Jorge Etcheverry: «Es momento de reestructurar la ciudad y pensar Lobos 20 o 30 años para adelante»

El Intendente de la localidad bonaerense detalló las obras e iniciativas que avanzan en beneficio de los vecinos, con visión en el largo plazo.

Jorge Etcheverry planteó, desde su asunción en 2015, un camino hacia la transparencia y la aceleración de procesos burocráticos, con la premisa de que sean más sencillos, más fáciles, rápidos y de que cada vez deben dependan menos de las personas: «Es un objetivo claro, que lo tengo desde el comienzo y hemos avanzado, aunque todavía nos falta», remarcó el Intendente de Lobos, en diálogo con Noticias d.

“Desde que un vecino pide que le levanten la basura en tiempo y forma o sacar el registro automotor, pagar una multa o la llegada de un impuesto, la respuesta tiene que ser rápida y contundente. El equipo municipal, desde la cabeza hasta el último empleado, tiene que saber que somos empleados del pueblo, que nos paga el pueblo y estamos para hacerle fáciles las cosas”, expresó el jefe comunal.

En ese sentido, según informó Etcheverry, en una primera etapa trataron de cuidar al empleado municipal, que estaba con un 50% de sueldo en negro: «En estos seis años hubo paritarias con firmas por unanimidad de todos los gremios. No esperábamos a que el empleado venga y nos pida, sino que vemos la situación, estamos y acompañamos. Los empleados municipales dedicados a la obra pública estaban en una cuasi cueva», y que hoy se acomodó un tinglado gigante «donde se le puso lugar y forma a cada uno de los sectores para que trabajen de forma ordenada».

Obras y gestión para mejorar la calidad de vida

El jefe comunal recordó: «Ni bien entré a la Intendencia, la misma Municipalidad tiraba la basura en las banquinas de la ruta. Cuando voy a la planta de residuos, el camino estaba inaccesible», y explicó que luego de varios proyectos caídos, pudieron renovar el camino, la pintura, los ventiladores y las comodidades para los empleados de la planta, a quienes también se recategorizó: «Empezamos a clasificar residuos como corresponde, se educó y se trabaja permanentemente por la educación y la separación».

Etcheverry expresó que en los primeros cuatro años se estuvo trabajando en el recambio de 250 cuadras de asfalto y de 5 mil tubos de alcantarillado y en la mejora de los 859 kilómetros de caminos rurales del pueblo, que no solo sirven a la producción sino también a la educación y la salud: «Tuvimos uno de los años más llovedores de los últimos 50 años y la producción salió, los maestros llegaron a sus colegios y los que vivían en el campo pudieron ir al médico”.

En ese sentido, habló también de la seguridad de la ciudad y afirmó que cuando llegaron había sólo nueve cámaras, que ni siquiera funcionaban: «Hoy hay 90 y tenemos casi todos los cuarteles cubiertos con cámaras. Trajimos el operativo Sol a la Laguna, un lugar donde daba tristeza entrar y hoy es un lugar donde tenemos vigilancia municipal», dijo y añadió: «Esto es trabajo, sumatoria de tiempo y por supuesto transparencia y agilización de los procesos».

Presente y futuro, con o sin pandemia

Con los casos de COVID 19 en baja en todo el país y cerca de 20 mil vecinos de Lobos vacunados con las dos dosis, Etcheverry aseguró que la pandemia está disminuyendo, mientras se espera que no llegue la variante Delta: «Fuimos muy exigentes con los protocolos pero con las restricciones al trabajo fuimos flexibles».

E hizo referencia en diálogo con Noticias d a que la industria y el comercio mantuvieron sus puertas abiertas, dentro de los protocolos sanitarios: «Hicimos todo para que se cayera lo menos posible la economía y que no avanzara el virus, creo que eso es lo que hace que Lobos esté en una situación diferente».

Con la economía y la salud en recuperación, el Intendente remarcó que es el momento de terminar el trabajo pendiente: “Íbamos a empezar inmediatamente después de la elección de 2019, con la zonificación de la ciudad. Creo que es momento de reestructurarla y pensar Lobos 20 o 30 años para adelante«.

Mientras tanto, Etcheverry divide su vida entre sus seis hijos y el municipio, buscando algunos momentos para tratar de relajar: «Me gusta mucho pescar, trato de irme solo, estar en el agua, pensar y volver con las baterías sin contaminar, que es lo que más necesita uno para tomar decisiones».