El pasado 2 de junio se festejó a lo largo y ancho del país el Día Nacional del Bombero Voluntario. Dicha conmemoración se realiza desde hace exactamente 137 años, ya que el 2 de junio de 1884 se creó la Sociedad Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca, en Buenos Aires. Su lema fue “Querer es poder”, y su impulsor y primer presidente fue Tomás Liberti.

“Ser bombero es algo que, si bien tiene sus cosas feas, también tiene lo bueno: como el agradecimiento de la gente, el compartir y trabajar. Eso es algo impagable, por eso es una de las instituciones más nobles que tiene el mundo. El voluntariado es un estilo de vida”, así definió César Aníbal Vera lo que es ser bombero voluntario, en diálogo con Noticias D.

César lleva más de 30 años en esta profesión. Estuvo en todos los puestos del cuerpo activo, empezando como cadete, pasando por aspirante, bombero, suboficial, segundo jefe y actualmente se encuentra como jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de Tapalqué.

Ser bombero es una profesión la cual por momentos puede hacer pasar tragos amargos. Sobre esto, Vera remarcó que el momento más duro que le tocó vivir fue “el fallecimiento de mi hermano en un accidente de tránsito”. Además, también agregó “que ha habido muchísimos incendios en casas que terminaron de forma muy triste”.

A pesar de vivir momentos malos, Vera remarcó que nunca se le pasó por la cabeza dejar y dar un paso al costado en la profesión que ama. “Nunca me replanteé si seguir o no en la profesión. Como cualquiera, tuve momentos donde no podía estar por diferentes cuestiones en el cuartel. El que está en Bomberos, entra, lo siente y no deja nunca la comisión aunque esté fuera del cuerpo activo”, explicó

Chechy, como le dicen la mayoría de las personas, no solo tiene la pasión enfocada en el cuartel de bomberos, sino que también es docente. Desempeña este rol en las escuelas rurales N°8, N°6, N°5 y en la Escuela Media N°1, donde es profesor de artes plásticas.

Por último, Vera destacó la importancia que tiene su familia, y que ya está acostumbrada al peligro que muchas veces conlleva ser bombero. “Ejerzo hace mucho tiempo, ya están acostumbrados, lo que no quita que muchas veces mi esposa y mis hijos no la pasen bien. Siempre piensan si volvés o no , cómo lo hacés y cómo anduviste. Sin la ayuda de ellos y sin su apoyo, lo nuestro sería imposible de realizar”, concluyó.