Panda Candy: la golosinería que nació en pandemia y conquistó Caballito

Camila e Ignacio, los fundadores de Panda Candy, una tienda de golosinas en el barrio porteño de Caballito, cuentan cómo su pasión por lo dulce y el espíritu emprendedor los llevó a crear un negocio único en plena pandemia.

«Arrancamos en plena pandemia, buscando qué hacer», comenta Camila. La idea surgió a partir de su amor por las gomitas y los dulces en general. Comenzaron vendiendo maletines de diferentes tamaños, llenos de gomitas, desde la casa de Camila. Con el tiempo, Panda Candy creció y se consolidó como una golosinería que, más allá de los productos tradicionales, ha logrado destacarse por su propuesta innovadora y su presencia tanto física como digital.

Ignacio resalta que una de las claves del éxito de Panda Candy ha sido la sólida plataforma web que desarrollaron, lo que les permitió potenciar las ventas online. «Creemos que nos diferenciamos del resto gracias a la página web. Nos destacamos mucho en lo que es la venta online, además de la presencial», explica. Además, ambos coinciden en que buscan agregar siempre un valor extra a cada producto que venden.

Entre los productos más populares de la tienda se encuentra el maletín Extra Big, una caja llena de golosinas de todo tipo que se ha convertido en el favorito de los clientes. Pero la oferta de Candy Panda no se detiene ahí. «Uno de nuestros próximos proyectos es el Club Panda Candy, que vamos a lanzar en octubre. Será la primera suscripción mensual de golosinas», comenta Ignacio entusiasmado. Los suscriptores recibirán una caja sorpresa de dulces todos los meses, además de disfrutar de descuentos exclusivos y participar en sorteos.

Otro proyecto en camino es Panda Candy en tus eventos, una propuesta para llevar un candy bar desplegable lleno de golosinas a fiestas y celebraciones. «Queremos que los invitados puedan disfrutar de toda nuestra variedad de dulces», señala Camila.

A lo largo de su camino, han vivido anécdotas divertidas y otras no tanto. Una de ellas fue cuando un «cuento del tío» sorprendió a una de sus empleadas. «Le dijeron que eran dentistas y necesitaban una de nuestras escaleras. Al final se la llevaron», recuerda Ignacio entre risas.

Con una visión clara y proyectos a futuro, Camila e Ignacio siguen apostando por hacer crecer Panda Candy, un negocio que, a pesar de haber nacido en tiempos difíciles, ha sabido ganarse un lugar entre los amantes de las golosinas.

Fecha de Publicación: 30 septiembre, 2024