Alfajores cordobeses: un recorrido por la historia de esta deliciosa tradición

Con un consumo de un kilo por persona por año, el alfajor es la golosina más consumida de Argentina. No importa marca, precio o color, el alfajor es parte de una identidad, es por eso que muchas provincias o localidades tiene el suyo como, por ejemplo, Córdoba.

Los alfajores cordobeses son mucho más que un simple dulce; representan un símbolo para la provincia, son parte de su identidad gastronómica y cultural. Reconocidos como un emblema de la tradición cordobesa, estos alfajores tienen una gran historia que junto a la calidad de sus ingredientes y a la elaboració artesanal lo convierten en un producto único.

La historia de un sabor sin igual

El alfajor es un legado culinario que encuentra su origen en el mundo árabe, en un postre llamado al-hasú, que significa “relleno“. Cuando conquistaron España, los árabes llevaron la receta a la zona de la actual Andalucía, integrándola a la gastronomía local y evolucionando dentro de ella.

Al llegar los españoles a América, trajeron la fórmula. La receta fue adoptada mayoritariamente por la región central del país, ya que en aquellas épocas era rica en huertos de frutos regionales de los que se realizaban dulces-mermeladas con las que se unían las 2 tabletas.

Pero es en Córdoba donde el alfajor es transformado radicalmente para convertirse en la delicia argentina que conocemos hoy. Bajo la influencia de los Jesuitas, la receta original se modifica, incorporando ingredientes locales. Hoy, los alfajores cordobeses son un emblema de identidad y un ícono cultural. 

Alfajor cordobés: un mundo de sabores

El alfajor cordobés siempre supo adaptarse a los paladares de sus consumidores, contando así con una gran variedad de sabores y presentaciones. Tradicionalmente, se caracteriza por sus tapas de galleta suave y húmeda, relleno de fruta o dulce de leche, y cubierto por un glaseado semicrocante.

El ingrediente más importante es el relleno, pero su éxito dependerá del gusto de los degustadores. Los más comunes son los de dulce de leche, membrillo o batata y dulce de frutas, pero también hay de dulce de leche con coco o merengue y hasta de brownie.

El mundo a los pies del alfajor cordobés

El alfajor cordobés representa un emblema de la inmensa historia culinaria nacional. Este “postre” pone al descubierto la capacidad de adaptación y creatividad de los argentinos, características que los definen en todos los ámbitos y, por qué no, en el gastraonómico.

Esta tradición cordobesa no es solo apreciada por sus orígenes o por las marcas que lo han llevado a conquistar mercados por todo el globo; sino que también por la diversidad de sabores que la caracteriza. Una experiencia gastronómica autóctona, creada en el corazón del país, que dice Córdoba en cada ingrediente y en cada paso. Una exquisitez que continúa conquistando paladares en todo el mundo.

Fecha de Publicación: 2 diciembre, 2024