En la Biblioteca Provincial para Discapacitados Visuales se respira cordialidad y buena onda. Empleados y socios de esta institución dependiente de la Agencia Córdoba Cultura, con sede en la ciudad de Córdoba, muestran su entusiasmo en cada actividad que realizan. Brinda servicios gratuitos a personas ciegas y con discapacidad visual de toda la provincia, además de actividades de extensión a la sociedad que fomentan la inclusión social.

La biblioteca funciona en el histórico edificio céntrico que sirvió de espacio para la Legislatura provincial (calle Deán Funes 64). Trabajan ocho personas. Posee más de 100 títulos en sistema Braille, 500 libros en soporte magnético (casete) y 650 títulos en formato digital (CD) de producción propia. Además, tiene laboratorio de informática adaptado con acceso a internet, departamento de impresiones en Braille, estudio de grabación de audiolibros y taller de encuadernación.

Entre 500 y 600 socios visitan la biblioteca regularmente. Al año, medio centenar de alumnos toman clases de alfabetización digital, Braille y Word. La concurrencia había disminuido en la pandemia, pero se recuperó en 2022.

Es un lugar para el acceso al conocimiento, incluso en soportes alternativos. Entrega material bibliográfico adaptado en Braille a solicitud de personas con discapacidad visual; ofrece clases de alfabetización tecnológica a ciegos y a quienes de adultos perdieron la visión; brinda accesibilidad cultural para museos, teatros y otras instituciones, con rotulación de espacios públicos en Braille; y facilita la lectura en sala.

Asimismo, presta obras en distintos formatos; hace grabaciones de apuntes y textos de estudio; imparte informática; capacita en orientación y movilidad; y ofrece audiodescripción a 200 usuarios ciegos ávidos de obras culturales.

Dicta cursos de Braille (sistema de lectura y escritura táctil para ciegos) abiertos a personas con visión normal: docentes, profesionales, familiares de personas con discapacidad visual y personal de museos.

Las impresiones del material educativo y los textos literarios en Braille son gratuitas. También se imprime folletería para obras de teatro.

Accesibilidad digital

responsable de la biblioteca, destacó la importancia de la accesibilidad cultural: “Permite que las personas que perdieron la visión en edad adulta puedan adaptarse a la nueva vida a través de la tecnología y reinsertarse a la actividad cultural, por ejemplo en la lectura de libros a través del sistema de asistente de voz”.

Aldo Ceballos, cofundador de la biblioteca y profesor en rehabilitación de discapacitados visuales, desde hace 22 años capacita a grupos de alumnos en Braille. “Dictamos cursos para personas que no ven y para personas normales, ya sea porque tienen familiares con discapacidad visual o sólo para sumar conocimientos; la idea es difundir el Braille al colectivo social”, expresó.

Graco precisó que ahora la biblioteca está terminando de digitalizar los libros para enviarlos por WhatsApp y correo electrónico a los usuarios.

“Hasta ahora se logró digitalizar el 70 por ciento del material con que cuenta la biblioteca; hay 650 libros digitalizados”, puntualizó la responsable de la institución.

Anticipó, además, que en los libros digitalizados de mayor contenido cultural se empezará a mejorar la artística, incluir separadores y añadir música, para darles más dinámica.

“Hay que hacerlos más lindos y mejorar la calidad del sonido de la voz”, destacó Graco. “A fin de año terminaremos de digitalizar todo y en marzo o abril de 2023 quizá podamos lanzar la biblioteca digital, con todos los textos digitalizados”, adelantó.

Trabajadores en acción

Jesús Cardozo y Carlos Bulacio adaptan libros y material de estudio en Braille y los imprimen para estudiantes secundarios y universitarios con discapacidad visual. “Realizamos más de 10 mil impresiones al año”, dijeron.

Capacitan a ciegos en informática, uso del celular, orientación y movilidad. “Les enseñamos herramientas informáticas, a operar computadoras incluso con sistema de voz, a manejarse en espacios abiertos, a llegar a la parada del colectivo y a otros lugares; con el celular les enseñamos a descargar libretos de teatro y a adaptar programas para que los escuchen”, agregaron.

José Luis Oliva es encuadernador y restaurador de libros desde hace dos décadas. Restaura libros para personas con visión normal y encuaderna textos en código Braille. También enseña a encuadernar textos a gente interesada.

“Mi tarea es encuadernar y entregar libros en Braille o libros en tinta; soy el único ciego en Córdoba que hace esto”, aseguró.

Maxi Noble es abogado y usuario de la biblioteca, donde aprendió Braille. Impulsó la digitalización en espacios públicos. “Quiero que se aprenda tecnología, porque hoy la tecnología es más rápida que el Braille”, sostuvo.

Títeres y ajedrez

Otra actividad de la biblioteca es un taller de títeres mixto, en el que participan actores ciegos y otros que ven. “Hay que desmitificar el prejuicio de que el ciego no puede hacer otra cosa que pedir en la calle; la idea es que el espectador no se dé cuenta que un ciego manipula los títeres hasta que termina la obra, generar un impacto al final y mostrar que está en igualdad de condiciones que el resto”, afirmó Graco.

También hay un taller de ajedrez, con tableros convencionales adaptados en relieve. Se pretende crear un club de ajedrez en la biblioteca. En este aspecto, Noble quiere exhibir este deporte-ciencia en la calle y que la sociedad sepa que un ciego también puede jugarlo igual que cualquiera.

Fuente: Gobierno de Córdoba.