La ciudad de Río Tercero no deja de ser noticia por las buenas medidas implementadas en tiempos de pandemia. Desde el monitoreo por video llamadas a comienzo del 2020, hasta la obligatoriedad del uso de tapabocas. Hoy es novedad nuevamente por la decisión de su intendente radical Marcos Ferrer en relación a los participantes de fiestas clandestinas.

Desde hace una semana, en las calles de la ciudad se pudieron observar, con sus chalecos flúor, a los jóvenes que optaron por la realización de las tareas asignadas. Van desde barrido o mantenimiento de plazas, hasta pintadas de cordón cuenta o asistencia al vecino en el vacunatorio de la ciudad.

“La búsqueda de esta medida es la concientización de los jóvenes, y no el fin recaudatorio. La idea es que se visibilice la sanción. Saber que cometer estas infracciones acarrea una consecuencia. De alguna manera es simbólico, que los chicos reparen un daño que han cometido, ya que tiene que saber que cada vez que asisten a una fiesta están poniendo en riesgo también la vida de terceros. Ojalá impacte en la conciencia colectiva”, explicó el mandatario.