Los vasos de Aquiles: un emprendimiento familiar impulsado por un niño

Aquiles tiene 10 años y junto a sus padres Egle y Julio Cesar comenzaron un emprendimiento de vasos y adornos realizados con botellas recicladas.

Esta historia comenzó cuando el padre de Aquiles y el hermano mayor se pusieron a vender sandias en la puerta de su casa. El niño quiso ganarse un dinero para pagar sus gastos en taekwondo y ahí le sugirió a su mamá poder vender los vasos y adornos que ya fabricaban cuando tenían que hacer regalos a la familia.

De ahí comenzó este negocio que Aquiles se lo toma con mucha seriedad ya que sus primeras ventas las re invirtió en reponer todo lo que necesitaban para seguir fabricando. «Nos pidió un cartel, todo lo que sacó en su primera venta lo re invirtió y volvimos a vender todo», contó su mamá.

A través de las ferias municipales, pudo darse a conocer. También, en el programa almacén virtual donde le hicieron una entrevista. «Pudimos darnos a conocer a través de la feria de emprendedores y eso nos ayudo mucho para poder crecer. Ahora tenemos muchos clientes, que además nos colaboran con las botellas», recordó Egle.

En este sentido, la mamá de Aquiles habló de cuando tenía que salir junto con su hijo a buscar botellas de vidrio para poder hacer los productos. «El me acompañaba a buscar los domingos temprano, tuvimos un señor que es recuperador y nos traía. Ahora contamos con clientes que nos traen las botellas para hacer los distintos productos», relató.

Productos y costos

En la oferta de este emprendimiento hay vasos de trago largo, de whisky que se hacen con las botellas de esa bebida, floreros, paneras, tapas para frutas, lamparas de emergencia y de las comunes. En cuanto a los precios, eso está marcado por el valor del producto que se elabora. «Una botella de Whisky de primera marca hoy te sale 35 mil pesos, un vaso para tomar esa bebida te sale 3500», explicó la mamá de Aquiles.

En este caso, Egle afirmó que se encuentran con personas que piensan que los artesanos tienen que vender más baratos que los vasos que venden en los bazares. «Las personas piensan que tenés que vender al precio que ellos quieren pagar y si nos compras un producto a nosotros es algo exclusivo que no vas a encontrar hecho en serie», comentó. Por otro lado, también reconoció que muchos clientes pagan el precio que tiene el producto y que son ellos los que acercan las botellas para que se los hagan.

Sobre la elaboración, Egle explicó que el encargado de cortar y pulir los vasos es el papá de Aquiles y que como ambos tienen sus trabajos, solo se pueden dedicar los viernes a la noche o el fin de semana para hacer los productos. Lo que hace que muchas veces tengan que dejar de lado pedidos por no tener tiempo para cumplir.

Finalmente, dentro de los proyectos de este emprendimiento, está poder juntar dinero para comprar otra máquina para poder hacer el pulido final y así darle el toque que tanto destacan sus clientes y amigos.

Contenido provisto por: Fernando Solis Rinas
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