Tomás Ledesma, diputado y referente de La Campora, advirtió sobre las crecientes dificultades que enfrentan los jóvenes argentinos en su vida universitaria y convocó a la marcha universitaria en Entre Ríos. En declaraciones recientes, señaló que “los argentinos ya están sufriendo un arancelamiento muy fuerte de la universidad pública”, lo que complica el acceso a la educación superior.

Ledesma destacó que “es muy complicado pagar un alquiler, los apuntes y, además, no trabajar para aportar a tu casa si vives con tus padres”, resaltando las crecientes presiones económicas sobre los estudiantes. La situación se agrava con la reducción del presupuesto universitario, que ha llevado a la eliminación de cátedras y recursos.

El diputado cuestionó las decisiones del gobierno, planteando: “¿Qué tiene de ir contra la casta recortarle a los jubilados y recortarle a las universidades?”.

Marcha por las universidades públicas en Entre Ríos

La marcha universitaria en Entre Ríos surge a raíz del recorte presupuestario implementado por el gobierno nacional en el sistema universitario, el desfinanciamiento de la ciencia y la amenaza de veto a la Ley de Financiamiento Universitario.

La convocatoria será el miércoles 2 de octubre, a las 16 horas, en la Plaza Alberdi (esquina de La Rioja y Urquiza) de Paraná, para luego marchar hacia la Plaza 1º de Mayo a las 17:00 junto a otras instituciones universitarias. La invitación es abierta a toda la comunidad, tanto universitaria como no universitaria, que desee sumarse a la marcha.

En los últimos meses, se han llevado a cabo diversas actividades organizadas por la ciencia, la tecnología y la extensión universitaria, así como por gremios, para visibilizar la actual crisis presupuestaria de las universidades. En 2024, las universidades públicas han experimentado una pérdida de poder adquisitivo, tanto en su funcionamiento como en los salarios de sus trabajadores.

Según el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), «la situación hoy es más crítica que a comienzos de año, con un capítulo dramático en materia salarial. Es inadmisible y profundamente injusto que quienes son responsables de formar a futuras generaciones de profesionales, y que con su trabajo diario garantizan el funcionamiento de las universidades, sean hoy los peor pagos y los más perjudicados por los aumentos otorgados. Más del 70% de los trabajadores de la educación superior perciben salarios por debajo de la línea de pobreza, y miles no han recibido ningún incremento desde principios de año».