Con una clase magistral de Dora Barrancos, se realizó el sexto encuentro de la Ley Micaela

El evento estuvo destinado a trabajar sobre la problemática de las brechas de género.

Durante la apertura, el licenciado en Comunicación Social y periodista, Elías Moreira Aliendro, quien estuvo a cargo de la presentación de la doctora Dora Barrancos, llamó a la reflexión y a realizar un “ejercicio de introspección en la vida de cada uno, en nuestra cotidianidad, nuestras relaciones y en nuestras prácticas laborales. Esto es una construcción permanente que nos requiere apelar a la propia historia, preguntarnos sobre las violencias e interpelarnos desde allí”.

En este sentido, manifestó: “Los avances que hemos hecho en este proceso de deconstrucción permanente y la conquista de derechos, los debemos a décadas y décadas de luchas de los movimientos de mujeres y de diversidades, y a personas como Dora Barrancos”.

La doctora en Ciencias Sociales e investigadora feminista argentina, Dora Barrancos, comenzó su clase magistral con una historización sobre esta temática de brechas de género y sostuvo: “La invención de diferenciales de actividades humanas entre varones y mujeres es muy reciente en la historia de nuestra especie. Allá lejos en el tiempo, probablemente unos 30 mil años atrás, se sitúa a la especie en una igualdad funcional absoluta. A nadie se le hubiera ocurrido, por esas épocas, la antojadiza cuestión de que tal cosa es motivo para mujeres y tal otra para los varones”.

En este marco, aseguró que “el cataclismo mayor se produce en la enorme mirada de cambio del siglo 18 al 19 donde se organizan los estados modernos. El Estado Moderno vuelve sobre una organización patriarcal que determina las esferas privadas y públicas. La primera de dominio femenino y la segunda, dominio preferencial de la categoría masculina. He ahí la grieta verdadera, la que determinó que para determinados espacios donde debían estar las mujeres y para los espacios públicos, los varones”.

Barrancos explicó, en este sentido, que, en los años 90 con la desestabilización económica y la fuerte caída del empleo, las mujeres se volcaron con mucha fuerza al mercado laboral, lo que las transformó en gran medida en desempleadas, aumentando aún más la tasa de desempleo. “La tasa promedio que se llegó a medir era tres puntos mayores en las mujeres que en los varones”.

“Hay una óptica censal que ha cambiado notablemente en los últimos tiempos y que torna visible lo que era invisible, de modo que se ha perfeccionado mucho. En realidad, hay un salto cuántico notable de las mujeres como población económicamente activa”. No obstante, problematizó: “Hay más dificultades para la articulación de las mujeres en el mercado laboral porque todavía sigue aquel encuadramiento que dice que el lugar preferencial para las mujeres es el hogar”.

Cerrando su clase, Barrancos llamó a la reflexión sobre esta temática y subrayó: “No hay porvenir humano que dignifique mejor que la igualdad, como principio de equidad recíproca para todas las personas, muchísimo más allá de sus identidades de género. Es absolutamente abrumador que haya diferencias de desigualdad, no lo podemos tolerar más en una sociedad democrática”.

“El significado profundo de lo que queremos y admiramos, es simplemente una sociedad democrática y de iguales, en donde la expresión sexo genérica no sea ningún motivo para desigualar a las personas. El feminismo no es una posición contra los hombres, es una posición contra el patriarcado, contra el eje vertebral de la desigualdad primera que reconoce la historia humana”, concluyó.

Fuente: Gobierno de Entre Ríos