La defensa del exgendarme Eduardo Britos finalizó su alegato en el que pidió la absolución de «todas las acusaciones» en su contra y argumentó que no se cumplieron «los requisitos objetivos y subjetivos de juzgamiento» en este proceso oral y público al acusado de haber perpetrado crímenes de lesa humanidad en perjuicio de 36 víctimas durante la dictadura.

El Tribunal Oral Federal de La Rioja escuchó esta mañana el alegato del abogado defensor de Britos, Nicolás Chumbita, quien se refirió a las acusaciones de las causas remanentes y ampliadas que tramitaron la etapa de instrucción por separado y fueron unificadas en este proceso oral y público.

En la audiencia del viernes pasado, Chumbita pidió la absolución de su defendido por el homicidio del dirigente rural y colaborador del obispo Enrique Angelelli, Wenceslao Pedernera, en tanto evaluó que «no están dadas las condiciones para ser declarado autor mediato o inmediato» del crimen.

En la audiencia de hoy, el letrado volvió a insistir en que «es imposible juzgar a Britos por un delito distinto por el que fue extraditado».

El letrado fundamentó que a su defendido se lo extraditó (desde Paraguay, donde estaba prófugo) «por apremios ilegales y ahora se lo acusa por tormentos, apremios ilegales y vejaciones».

«El tribunal no lo puede condenar porque cae en un exceso de jurisdicción. La supremacía jurisdiccional corresponde al Ejército y no a la Gendarmería», argumentó por otra parte Chumbita y, en consecuencia, solicitó «la absolución del imputado porque no se dan los criterios normativos y funcionales».

También alegó que las partes acusatorias «tuvieron tiempo suficiente para advertir que la extradición estaba viciada» y señaló que durante el proceso judicial se «habló de hechos en general sin precisar cuáles son y sin carácter delictivo».

«No se lo puede juzgar por haber creído que era él por su ‘acento aporteñado’ o por haber escuchado gritos de otros que podrían haber estar con Britos», ejemplificó el abogado defensor.

Chumbita sostuvo que «debió preverse la reforma del pedido de extradición para un debido proceso» y que «la inobservancia de estas reglas trae la nulidad del mismo».

«A 40 años de la democracia tenemos que actuar de modo estricto a la legalidad y, si se hicieron mal las cosas, no justificar lo injustificable. Esta situación no habilita ningún tipo de juzgamiento», aseveró.

El letrado señaló que el exalférez «tampoco fue extraditado invocando allanamientos, tentativa de violación y tormentos agravados» motivo por el cual afirmó que «no cabe acusación y tampoco juzgamiento».

Hacia el final de su alegato, Chumbita solicitó que se «desestime la acusación de Britos porque no cuenta con las condiciones de extradición y se disponga la absolución en todas sus acusaciones por no haber cumplido con los requisitos objetivos y subjetivos de juzgamiento».

Asimismo, la defensa advirtió que se «reserva acudir al tribunal de Casación en caso de no ser considerados o debidamente justificados los motivos del fallo».

Según el presidente del Tribunal, José Camilo Quiroga, la próxima audiencia se realizará el viernes 1 de diciembre en la que se dará lugar a las réplicas.

El acusado no sólo fue exoficial de Inteligencia de la Gendarmería integrante del Escuadrón 24 «Chilecito» de La Rioja, sino que fue también jefe del «Instituto de Rehabilitación Social» (IRS), una cárcel que funcionó como Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio en esa provincia durante la última dictadura cívico militar.

El juicio reúne a 36 víctimas, entre ellas Wenceslao Pedernera, referente del Movimiento Rural Cristiano y colaborador del obispo Enrique Angelelli, quienes fueron beatificados por la Iglesia Católica, al igual que los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longeville.

El exgendarme pasó dos años prófugo de la Justicia argentina hasta que en 2011 fue extraditado desde Paraguay para ser juzgado.

Fuente: télam.