¡Feliz Aniversario! Godoy Cruz celebra 165 años de historia

La historiadora Fabiana Mastrangelo nos habló de los orígenes del departamento.

El 11 de mayo se cumplen 165 años de la creación administrativa de la Villa de San Vicente, llamada luego Belgrano (1887) y finalmente Ciudad de Godoy Cruz (1909).

Para conocer sobre la configuración histórica del departamento, Noticias d habló con la magíster Fabiana Mastrangelo, presidenta de la Junta de Estudios Históricos, Filial Godoy Cruz.

—¿Cómo fue la evolución de la ciudad godoicruceña?
—Originalmente fue un territorio de paso entre la capital y el sur de la provincia. El protagonismo del habitante fue determinante desde el inicio de su evolución. El primer barrio se conformó entorno al oratorio dedicado a San Vicente Ferrer que construyó el vecino Tomás Coria (1753), donde hoy se encuentra el Espacio Verde Luis Menotti Pescarmona. Otros factores fundantes han sido la cercanía a los cauces de agua y a la capital de la provincia.

La ciudad de Godoy Cruz fue evolucionando sin órdenes militares, sin grupos hegemónicos fundadores, sin guerras ni luchas por poseer el territorio o el control político.

El sector poblacional originario (hoy es la Plaza Godoy Cruz, su casco histórico-cívico) se ubica a cuatro kilómetros de la capital provincial. Los eventuales líderes sociales, políticos o religiosos podían interactuar e integrar la dirigencia mendocina sin una clara necesidad de conformar una elite exclusivamente local.

Esto evitó la constitución de una supremacía local como sucedió en otras poblaciones o departamentos alejados o situados en límites fronterizos. Esa dinámica permitió ir consolidando una ciudadanía comprometida y participante de su comunidad.

—¿Dónde puede ubicarse su origen?
—El departamento tuvo su origen en el incipiente barrio colonial formado alrededor del oratorio dedicado a San Vicente Ferrer a mediados del siglo XVIII. Podríamos señalar esa situación como una “fundación espontánea”, definición que expresa el historiador José Luis Romero en su estudio “La ciudad, una creación” (1970): “Mediante un conjunto de actos imprecisos y sucesivos un grupo social difuso, imprecisamente constituido, comienza a establecerse en un sitio que considera apropiado para ciertos fines que se propone, con diverso grado de claridad. Puede ser alrededor de un núcleo preexistente -un castillo, un monasterio, una vieja ciudad abandonada, una aldea- donde el grupo se radique sin planificación alguna”.

—¿Qué otros factores influyeron en su desarrollo?
—Existen hitos que permiten delinear un proceso natural y vecinal en su desarrollo. Además de la ya citada construcción del primitivo oratorio sanvicentino, podemos nombrar otros como la creación de la actual Plaza de Godoy Cruz (1819) por iniciativa de los vecinos, la fundación administrativa de la Villa el 11 de mayo de 1855, la instalación del ferrocarril (1884), la construcción del edificio del Concejo Deliberante (1889). A esta trayectoria del siglo XIX le sucede la inmigración masiva, el auge vitivinícola del XX donde se construyen bodegas (Tomba, Arizu, Escorihuela, Filippini, Cremaschi, Calise) y una suerte de pueblos industriales en sus alrededores.

Se constituyeron clubes y asociaciones con activa participación de obreros, vecinos y empleados como el popular Club Godoy Cruz Antonio Tomba, la Sociedad Italiana Cristoforo Colombo o el Andes Talleres Sport Club, entre otros. Otro hito singular y muy recordado por los ciudadanos fue la experiencia socialista de Della Santa en la década conservadora de 1930.

—¿Cuál ha sido el rol del ciudadano en este proceso histórico?
—A lo largo de dos siglos se fue acentuando una configuración socio-histórico-política horizontal, participativa y vecinal. El rol ciudadano ha estado presente en el origen del primitivo barrio. En las últimas décadas afirmó su identidad y está integrada al Gran Mendoza desde su singularidad. Tiene una dinámica (gobierno local + participación ciudadana) donde sus habitantes son protagonistas y artífices del espacio comunitario.

Hoy observamos en el mundo el papel cada vez más activo de la ciudadanía para resolver sus dificultades locales y el necesario diálogo entre diferentes líderes y actores sociales a la hora de tomar decisiones.

La pandemia ha acentuado aún más este rol de la ciudad como la protagonista de las resoluciones colectivas del siglo XXI. Allí hay vecinos reales, despojados de ideologías o partidismos, que cumplen el destino vital de laborar por el bien de su comunidad.

Contenido provisto por: Julieta Gulino