Un mes sin el Morro García: que nada quede en el olvido

El futbolista sufría una fuerte depresión que lo llevó a tomar una trágica decisión. El recuerdo de los hinchas y futbolistas.

Un jugador mira al cielo, levanta un dedo de cada mano. Viste camiseta azul con algunas rayas. Está en Argentina. Los que lo ven hacer el gesto entienden todo. Era el Morro García.

A miles de kilómetros de allí, en un país en donde el idioma que todos hablan no es el español, hay otro jugador que mira al cielo. Repite los mismos gestos. Tal vez hasta se le derrama una lágrima. Solamente algunos entenderán el motivo por el cual lo hace.

Edison Cavani dedicando su gol al Morro en el Manchester United

En el último mes, en México, Inglaterra, Colombia y, por supuesto, Uruguay y Argentina, fueron numerosos los homenajes dedicados a la memoria de Santiago «El Morro» García.

En las redes sociales, muchos hinchas de Godoy Cruz lucen orgullosos, y dolidos en el alma, el número 18 sobre un fondo negro. El dolor por su muerte no cesa y ninguno olvida las alegrías dadas.

Hace un mes, el morro García tomó un arma y se disparó. Su cuerpo fue encontrado dos días después. Los hinchas lo despidieron en las calles y culparon a la dirigencia del club de haberlo dejado solo en medio de una depresión que lo aquejaba. No fueron los únicos.

La madre del jugador también cargó contra el presidente de Godoy Cruz, José Mansur, y también contra su representante. Durante días, jugadores y ex jugadores hablaron de la necesidad de entender que un jugador no es un robot, que tiene sentimientos y que, igual que el resto del mundo, muchas veces necesita de apoyo. Unos días después sus palabras cayeron nuevamente en el olvido.

«Creo que la muerte de un hijo no va a calmar el dolor de toda mi vida, menos de la manera en que falleció. Creo que ese dolor me va a quedar para siempre, lo extraño y siempre pienso que en algún momento va a golpear la puerta», afirmó Claudia Correa, la madre del Morro hace unos días.

Santiago García se fue de este mundo. Sus goles, las alegrías que provocó quedarán por siempre. Ojalá que lo que enseñó en el último segundo de su vida también quede en la memoria de todos y haya realmente un cambio en el fútbol argentino.

Contenido provisto por: Daniel Calivares