Tiene 87 años y trabaja como vendedor ambulante: la historia del querido Gregorio Cáceres

Días atrás, su vida dio un giro gracias a la solidaridad de los maipucinos.

Gregorio Cáceres trabaja en una de las esquinas más transitadas del centro de Maipú. Con 87 años, todos los días decide salir de su casa en el barrio Pres. Juan Domingo Perón y dirigirse hacia su puesto de venta frente a la emblemática Iglesia La Candelaria.

Son variados los productos que Gregorio tiene a la venta: relojes despertadores, pañales; pero los cuadros religiosos fabricados artesanalmente por él son su marca registrada.

Para él, su avanzada edad, las bajas temperaturas y principalmente la situación actual de pandemia, no son impedimento si de trabajar se trata. El trabajo lo hace sentir activo y vital. Y, además, le permite colaborar en casa ya que con su jubilación no alcanza.

Quiero ayudar a mi familia, y una forma que encontré es hacer cuadros religiosos y salir a venderlos”, comentó Gregorio y agregó: “Prefiero trabajar antes que quedarme en casa aburrido mirando televisión.”

Un posteo viral

Días atrás, Valeria Scro (44) y su hija Abi (17), vecinas de Maipú, decidieron tomarle una fotografía a Gregorio (con previa autorización) y publicarla en Facebook con un mensaje de pedido de solidaridad, luego de que se enterasen que llevaba tres días sin vender.

«Él es Gregorio Cáceres, un señor que siempre nos llamó la atención a mí y a mis hijos. También nos da mucha pena que con sus 87 años esté en una esquina tratando de vender algo para sobrevivir“, escribió Valeria en su red social y agregó: “Él está siempre en Juan Domingo Perón y Padre Vázquez. ¡Hoy mi hija Abi se animó a hablar con él, y le pidió permiso para sacarle una foto y así de alguna manera poder ayudarlo!, le dijo que llevaba 3 días sin vender nada”.

La reacción de los usuarios no se hizo esperar y en menos de 24 horas, el posteo fue compartido por más de 6 mil personas de todas partes del país. Muchos de ellos decidieron ir más allá de un simple me gusta y buscaron contactarse con Valeria para encontrar la forma de colaborar.

Los días de Gregorio después del flash

Los días de Don Cáceres desde ese momento ya no fueron iguales. Comenzó a recibir ayuda de diferentes vecinos del Departamento y de Mendoza en general. Las personas comenzaron a acercarse a su puesto de ventas para llevarle mercadería y abrigo.

También las ventas de sus cuadros artesanales aumentaron a partir del posteo viral, por tal motivo, tuvo que comprar más materia prima para continuar realizando su trabajo, siendo que días anteriores estaba pensando en no realizarlos más a causa de la poca venta.

“Últimamente me estaba costando armar los cuadros, porque me había aumentado el precio de la madera y además la gente pasaba, miraba los cuadros, pero luego se iba sin comprar”, sostuvo Gregorio a Valeria. 

El poder de la solidaridad

Para Gregorio, cada ayuda recibida y cada gesto solidario es una caricia al alma. El agradecimiento es extensivo a todas aquellas personas que le han brindado y siguen brindando una mano a él y a su familia.

Ojalá existan más Valerias y más Abis en la sociedad, que elijan visualizar historias como ésta en sus redes sociales.

Esa esquina entre Presidente Juan Domingo Perón y Padre Vázquez de Maipú ya no será igual. Se volvió popular, gracias a una foto viral de una persona que cada mañana dice sí al trabajo, no sólo para sobrevivir sino para demostrar que la edad es solo una cuestión de número.

Contenido provisto por: Ailén Pezzola