“Yo nací en un pueblo de la provincia de Córdoba: Chazón, ahí desarrollé mi infancia. Después me mudé a la ciudad para estudiar en la escuela y luego me fui a San Luis a estudiar Bioquímica. Ahí, me enamoré de una mendocina y aquí estoy. Desde el año 80´, con hijos y nietos”, el intendente de Guaymallén, Marcelino Iglesias, traza la línea del tiempo a modo de presentación.

Comenzará por el principio: “Mi vinculación con la política fue en el ámbito familiar. Yo nací en una familia de militantes radicales, en aquel momento la Unión Cívica Radical del Pueblo. Tuve la suerte de que mi casa fuera frecuentada por Arturo Illia, sobre todo después de su derrocamiento”, le dijo a Noticias d, Iglesias.

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Y añadió “Eran largas horas que nos pasábamos, no solo con mi familia, sino con mucha gente del pueblo que se acercaba a escuchar su experiencia de vida. Creo que ahí forjé mis lecciones, ahí mamé los valores que me guiaron y me orientaron toda la vida”.

Estudio y militancia fueron de la mano en la vida del intendente: “En la facultad comencé a militar en la Juventud Radical y en Franja Morada, de las que fui cofundador. Posteriormente, a la llegada del golpe fui detenido, estuve poco tiempo, pero un largo tiempo sin poder trabajar en el estado. Pero al menos pude terminar la carrera y cuando me recibí, ya me vine”, le contó a Noticias d, Iglesias.

Las líneas del tiempo tienen momentos destacados en su trayecto, sin embargo, hay algunos que lo son más que otros y por distintas razones. En el caso del intendente de Guaymallén, cabe destacar que con apenas 30 años asumió primero como sub secretario de promoción social y vivienda, el equivalente a lo que hoy se conoce como Ministerio de Acción Social y que luego reemplazó al Ministro de Salud, Montero. Lugar que ocupó hasta 1987.

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“El ADN de la política lo traía de mi familia y la función pública fue el resultado natural de militar en el sector de Renovación y cambio, liderado por Alfonsín. Ahí, el gobernador Santiago Llaver, el primer gobernador electo tras el regreso de la democracia y a quien considero un referente, me convocó”,

Marcelo Iglesias transita su segundo mandato. Sin embargo, lograr ser Intendente de Guaymallén es la historia de la lucha y la perseverancia. “En 1995, me presente y los resultados fueron los más bajos para un representante del radicalismo de la historia: un menemismo consolidado, Cavallo ganando elecciones con la convertibilidad”, recordó el intendente. 

Fue electo en el 2015, y en 2019, durante la reelección, se dio la paradoja que fue el intendente de la Unión Cívica Radical más votado en la historia con el 56%. Lo que lo lleva a afirmar: “Yo entendí que no hay que claudicar, que no hay que abandonar las luchas ante los primeros obstáculos”.

Guaymallén forma parte del gran Mendoza y es el departamento más poblado de la provincia con casi 330 mil habitantes. Según, Iglesias “Un departamento complejo, ya que reúne todas las características de la provincia. Sector urbano, intermedio, rural (el segundo cinturón verde del país) y emergentes que vuelven compleja la realidad, con diferencias muy grandes entre ellos”.

“Cuando me tocó asumir, Guaymallén estaba abandonado. Al desafío de administrar los recursos del departamento más poblado de la provincia de Mendoza, le seguía un contexto de poner sueldos al día que estaban totalmente atrasados. Todos los proveedores tenían más de 11 meses de atraso. Ponerse al día y arrancar de nuevo, determinó que la infraestructura estaba carente de toda inversión sostenida en el tiempo”, le dijo a Noticias d, Iglesias recordando los primeros años de gestión y su contexto.

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También repasó: “Hemos hecho mucho y nos falta hacer mucho. Por dos razones, primero porque todo lo que uno hace nunca alcanza, pero sobre todo porque la gente que estaba resignada a no recibir los beneficios del progreso, comenzó a demandar y lo que hacemos hoy distribuir las obras en todos los lugares donde creemos que hay mayor necesidad”.

Por último, Iglesias reflexionó sobre la coyuntura y la situación de crisis en la que está inmerso el país: “El desafío mayúsculo es la incertidumbre total: la incertidumbre, los signos de interrogación son las características de nuestros tiempos y no hay nada hasta ahora, por más que Massa se haya investido de superministro, la inflación crece y afecta a las familias, a las empresas por los precios y los insumos y a las instituciones por la caída de la recaudación”.