Xinca Eco Shoes: la empresa mendocina que el mundo debería tomar de ejemplo

¿Se imaginan el efecto positivo en el mundo si cada vez más empresas tuvieran esta forma de ver los negocios?

Xinca Eco Shoes es una empresa mendocina con una propuesta muy interesante, que tiene como premisa básica generar un aporte positivo en la sociedad. ¿Cómo lo logran? A través de la inclusión, contratando empleados en situación de encierro o vulnerabilidad social y reutilizando materiales que iban a ser desechados.

Las mentes detrás de este proyecto son 3: Alejandro Malgor, Ezequiel Gatti y Nazareno El Hon.

Hablamos con Alejandro Malgor y nos contó en detalle el detrás de escena de la empresa.

1. ¿Cuál es la historia detrás de Xinca?

—Xinca está conformada por 3 amigos mendocinos que compartimos la misma agenda de valores: eso fue algo muy importante a la hora de crear la empresa. Teníamos el sueño de crear una empresa distinta, hacer negocios de una forma diferente; con compromiso social y ambiental, sin traicionarnos y disfrutar mientras hacemos lo que más nos gusta. Hacer un negocio sin poner en riesgo a las generaciones futuras.

2. ¿Cuál es la misión de la empresa?

—Nuestras misión es incorporar residuos en la fabricación de productos, mediante procesos que permitan incluir personas excluidas del sistema, educar y contagiar sobre los nuevos paradigmas de la humanidad.

Xinca Eco Shoes

3. Trabajan con personas en situación de encierro, ¿cómo es el sistema?

—Lo que hacen realmente únicas a nuestras zapatillas, es la gente que las hace. Trabajamos con más de 80 internos de la Prisión San Felipe, en Mendoza, enmarcado en un acuerdo con la Unidad Productiva Penitenciaria.
Además de darles trabajo dentro de la cárcel y pagar por su trabajo, queremos que aprendan un oficio y la importancia de trabajar: queremos que no vuelvan más a la cárcel. Darles herramientas para que cuando salgan tomen mejores decisiones.

5. ¿Cuál fue su mayor logro?

—Lo que queremos es apostar al cambio con este tipo de empresas que no demanda materia prima a la naturaleza. Por eso, además de vender zapatillas, queremos contagiar, que la gente entienda que tenemos que cambiar nuestra forma de consumir. El mayor logro es CONTAGIAR.
Queremos colaborar en redefinir el éxito en las empresas. Hacer negocios diferentes que no sólo busquen la rentabilidad, sino que también generen un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Empresas que sean motores de cambio.
Cuando leemos que alguien comenzó su empendimiento social por nosotros, nos llena de orgullo.

6. ¿Cuál es la respuesta de los clientes?

—Los clientes cuando compran Xinca saben que aportan a ese cambio. Queremos ser algo más que una marca de zapatillas. Queremos hacer negocios de una forma diferente, con compromiso social y ambiental. Sin traicionar nuestros valores y disfrutar mientras hacemos lo que más nos gusta.
Las personas nos importan y creemos que nuestra empresa puede ser espacio de transformación social. Soñamos con un mundo mejor y vamos a hacer nuestro aporte.

Xinca Eco Shoes

7. ¿Cómo recolectan el material que luego van a reciclar?

—El reciclado de neumáticos lo hacemos en la única planta que existe en la Argentina. Ese caucho de los neumáticos se convierte en la materia prima de la base y banda de las zapatillas. 
Buscamos generar acuerdos con empresas textiles que nos donen sus retazos, que muchas veces van a parar a la basura o no saben que hacer con ellos. Con estos construimos la capellada de nuestro calzado.

8. ¿Cuál fue su respuesta como empresa frente a la cuarentena?

—Frente al contexto, cambiamos el eje de producción. Primero intentamos ayudar a hospitales con la entrega de batas, pero enseguida nos dimos cuenta de que los barbijos era lo que se necesitaba con más urgencia. Nos replanteamos el uso de los barbijos descartables. Por eso, proponemos tapabocas lavables y reutilizables, lo cual los hace más amigables y sustentables con el planeta.

Xinca Eco Shoes

«Para nosotros lo más importante es saber que todos los días elegimos ser parte de este cambio, de estas nuevas economías, de estas nuevas formas de hacer negocios, de estas nuevas formas de producir y consumir. Creemos que estamos a tiempo de cambiar el destino del mundo», sostuvo el empresario.

En la misma línea, Alejandro agregó: «Como empresa, no somos perfectos, ni tenemos todas las respuestas, pero frente a un paisaje en constante cambio, siempre buscamos y nos comprometemos con la mejor y más sostenible forma de hacer nuestros productos. Innovando donde sea necesario y buscando integrar a personas excluidas del sistema laboral».

«Ojalá cada vez seamos más los emprendedores que construimos desde esta lógica. Teniendo en cuenta a las personas y al planeta, y no sólo la rentabilidad», sintetizó.

Contenido provisto por: María Abeijón Sarquís