Carlos, agente sanitario: «Ser paciente y vivir el aislamiento fue un gran aprendizaje»

Carlos Andrade es uno de los tantos trabajadores de salud que siempre estuvo en la primera línea de batalla. Luego de contagiarse de Covid, contó cómo pasó el mal momento.

Carlos Andrade es un joven Agente Sanitario que actualmente trabaja en la primera etapa de vacunación de adultos mayores y desde el primer momento de la pandemia estuvo enfocado en combatir el Covid-19.

Pasó por varios hoteles de aislamiento y al contagiarse, debió estar encerrado y bajo la atención de sus compañeras. Sin embargo, para él fue un gran aprendizaje y hoy se siente «más empático y comprensivo» con los pacientes.

Contrajo Covid-19 en agosto, en el primer hotel que le tocó, y fue aislado en otro. “Fui atendido por mis propias compañeras, pude sentir en mi piel lo que era ser un paciente y entender el aislamiento con otra mirada. Eso influyó mucho en cómo seguir trabajando después”, expresó.

“Es muy triste el aislamiento, vivir el encierro, la soledad entre cuatro paredes, en un dos por dos, sin poder salir por lo menos durante los primeros diez días, es tremendo. Hay desesperación, pensamientos rumiantes, no poder dormir, ansiedad. Llamás al personal de salud, que no te puede atender porque hay 30 personas más en la misma situación”, recordó.

Agregó que “es difícil, tanto para el usuario como para el trabajador” y señaló que tras la experiencia busca “ser mucho más empático, de entender a otra persona cuando pasa por lo que yo viví”.

“Puedo entender más a fondo, ser más comprensivo, de lo que se vive en el aislamiento. Y atravesar la enfermedad cuando había tanta incertidumbre, por no saber lo que pasaba. Hoy hay mucha más información, casi todos tenemos un conocido que lo tuvo y nos puede contar su experiencia, y al tener más información hay más tranquilidad. La incertidumbre nos generaba miedo”, afirmó.

Hoteles y aislamiento

“Desde el inicio de la pandemia los nuevos agentes sanitarios estuvimos a cargo de los hoteles de aislamiento en julio, agosto y septiembre. Después, a medida que iban cerrando hoteles nos cambiábamos a otros, para acompañar en todo a las personas que transitaron la enfermedad allí. Estábamos las 24 horas en el hotel”, relató.

Eran el nexo entre los pacientes y los médicos y sus tareas eran numerosas: “alcanzábamos los medicamentos recetados, hacíamos toma de signos vitales si era necesario, repartíamos meriendas, almuerzos, hacíamos la gestión administrativa de ingresos y egresos, y todos los registros del día a día”, dijo.

“Después vinimos al hospital a seguir realizando tareas vinculadas al Covid-19, pero en vacunación. A fin de año llegó la primera tanda de vacunas Sputnik V, por lo que la jefa de la campaña, Sara La Spina, nos convocó para que trabajemos con ella y estuvimos en la organización y asistiendo la vacunación junto a Enfermería”, agregó.

En esa primera etapa de inmunización atendió a sus compañeros agentes sanitarios entre el personal de salud y desde el miércoles integra las campañas de vacunación a adultos mayores, primero en geriátricos y otras residencias, y luego en el Hospital de Bariloche a los anotados en la aplicación o la página web.

Nuevos sistemas 

“Ahora estamos bien organizados, transitamos la tanda ocho de vacunación y siempre implementamos nuevos mecanismos, para que la vía administrativa y la aplicación marche bien”, explicó Carlos.

Relató que vacunaron a “100 abuelos en las residencias y ahora acá en el hospital. Ellos están muy contentos recibiendo la inmunidad de esta enfermedad que los amenaza mucho».

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