Testimonios de esperanza: mujeres que lograron vencer el cáncer de mama

En el mes de lucha contra el cáncer de mama, Ivana y Graciela cuentan su experiencia, luego de transitar y superar la enfermedad.

En Argentina, cada año se diagnostican 19.000 casos nuevos de cáncer de mama. A medida que las tecnologías avanzan, los conocimientos relacionados a este tema y sus causas resultan cada vez más escasos. Desde Salud se resalta la importancia de la detección precoz ya que es un factor fundamental en la lucha contra esta enfermedad.

La detección precoz como arma fundamental ante la enfermedad fue clave para los casos de estas mujeres, que tras notar algo extraño en su mama, acudieron a su ginecólogo y luego de realizarse varios estudios, les dieron una noticia que cambio sus vidas. Enfrentarse al diagnóstico de cáncer de mama es una de las experiencias más temidas por la población femenina, es por eso que dichas protagonistas que se encuentran atravesando este proceso, cuentan con valentía sus historias de vida.

Ivana Rivas, 44 años

“En febrero del 2019 fui a realizarme los controles anuales como siempre, ya que mi mama había tenido cáncer de mama y todo me salió normal. Pero en septiembre, mientras me estaba duchando me hice el autoexamen, algo que hacia normalmente, y noté por primera vez, una pelotita muy chiquita dura que me llamo la atención. Ese mismo día hablé con mi ginecóloga y me atendió en la tarde, me realicé una ecografía y ahí mismo se pudo observar que el tumor tenía todas las características de ser algo maligno. Una vez recibido el diagnóstico. Visité al médico especialista y me dijeron que tenían que realizarme una cirugía. Fue así como antes de terminar septiembre me operaron. En esa cirugía me hicieron una mastectomía radical, es decir me sacaron toda la mama. Como fue todo muy a tiempo, no tuvieron que hacerme quimio, solamente me indicaron que tomara una medicación diariamente”.

“En noviembre de ese año decidí iniciar el proceso de reconstrucción de la mama, un proceso que me parece muy importante resaltar. Hace más de 10 años que se viene avanzando mucho en este tema de la reconstrucción debido a que afecta psicológicamente a la mujer luego de que pasa por este proceso quirúrgico de impacto. Es muy difícil verte y ver cómo quedó tu cuerpo, afecta mucho a nivel emocional. Luego de la cirugía, mi piel estaba en condiciones para hacerme el proceso de reconstrucción, pasé por tres cirugías durante ese proceso. Quiero hacer mucho hincapié a este tema puesto que la Ley Nacional 26.872 cubre todo lo referido a la reconstrucción mamaria. Como dije anteriormente, este proceso afecta mucho a la persona y me parece fantástico que exista una ley que vele por eso. Fue todo gratuito y en mi experiencia fue algo increíble volver a encontrarme con mi cuerpo de mujer”.

“En junio de este año asistí nuevamente a los controles rutinarios y en un estudio se notó una machita sospechosa en el mismo lugar, detrás de la cicatriz, del tamaño de un granito de arroz, entonces la doctora me dio la sugerencia de hacerme una punción para poder estudiar esa mancha y descartar posible malignidad. La envió a estudiar porque era lo único raro que salía, mis estudios generales habían salido bien. Me realizaron la punción y me diagnosticaron nuevamente carcinoma ductal grado 3. Esto implicó una nueva cirugía para sacar el tumorcito. Era pequeño, por lo que no me afectó la parte estética, aunque tuvieron que sacarme todos los ganglios axilares. Ya pasaron dos meses de esa operación y puedo mover perfectamente mi brazo pese a que me habían dicho que quizá se iba a complicar, yo soy muy perseverante y hoy casi que ni me acuerdo de la cirugía. El doctor ya me dio el alta para hacer ejercicio puesto que me gusta mucho y ya estoy con mi rutina diaria, inicié mis caminatas en el parque asique estoy re contenta con eso”.

“Lo nuevo de esta vez fue la quimio, me indicaron un esquema de tratamiento de cuatro sesiones y ya me hice dos. Personalmente no sentí ningún tipo de malestar ni durante ni los días siguientes a dicho tratamiento. El tema de este proceso es que te afecta mucho lo psicológico y emocional por la caída del cabello, si bien yo no lo tenía muy largo jamás lo había tenido tan corto pero bueno, me lo corté cortito días antes de la primer quimio como para poder acostumbrarme, después de los 10 días se me empezó a caer de golpe y esa tarde hablé con mi peluquero para raparme. Para mí ha sido todo un cambio y desafío el tema del pelo porque soy muy coqueta pero aprendí a colocarme los pañuelos con mucho estilo y hasta me confeccioné yo misma unos gorritos. Soy maestra y mis alumnos me regalaban pañuelos, por eso tengo muchísimos. Sé que para muchas mujeres es muy fuerte el tema de perder el cabello y con esto me gustaría transmitir que la vivencia es muy personal, depende de la actitud de cada persona pero lo importante en esto es saber que si es tomado a tiempo, hay un 95% de probabilidades de sanar, haciéndose la mamografía después de los 35 años, una vez al año. Además de que es un estudio muy sencillo el cual demora 15 minutos.

«Dedicarte ese tiempo para hacerte ese estudio es quererte. Muchas personas una vez que se notan algo raro no continúan con los controles por miedo, pero si no se hace nada el tema empeora, no es algo que se sane solo. Lo mejor es acudir al profesional cuanto antes. Hoy en día hay muchísimas posibilidades de medicación y tratamientos que hace 15 años no existían. El cáncer de mama es muy común y es un error pensar “a mí no me va a pasar” si es tomado a tiempo tenés muchas probabilidades de curarte. Estoy convencida de que querernos es cuidarnos y si querés disfrutar de la vida, de tus proyectos, hijos, trabajo con más razón hay que cuidarse”.

“Con respecto al apoyo emocional, yo esta vez estaba más fortalecida a comparación de la primera vez, conté con el apoyo incondicional de mis hijos, ellos son mis mejores maestros además de mis alumnos, tienen una manera hermosa y positiva de ver la vida. Siempre pensé “Esto va a pasar” y como sé que va a pasar este proceso lo tengo que vivir de la mejor manera posible, si lo vivo angustiada bajan mis defensas y lo llevo de la peor manera. La actitud es ponerle ganas, disfrutar y recordar que es un día a la vez. Si bien en la vida hay que tener sueños y proyectos jamás hay que olvidarse del hoy. No hay que pasar un día sin reírse, disfrutar, hacer una broma o compartir algo, aprender a querer lo cotidiano, no es fácil para todos pero tiene que ver mucho con la actitud de querer mejorarse, querer sanar y estar bien. No son las circunstancias que nos toca vivir, sino cómo las enfrentamos. Durante este proceso he vivido situaciones maravillosas, he recibido mucho amor por parte de mis alumnos, desde lo emocional me sentí querida y acompañada”.

Para todas aquellas mujeres…

“Quiero finalizar diciéndoles a las mujeres que atraviesan este proceso que con esto NO se acaba la vida, no se termina nada, la vida sigue y solamente cambian las circunstancias, es saber cómo las afrontamos. No dejen de soñar, tener proyectos, hacer todo para cuidarse y lo necesario para estar bien. La vida es hermosa y hay mucho por disfrutar, el dejarnos estar y no cuidar nuestra salud es no valorar todo lo que tenemos. No nos tiene que preocupar lo que parecemos, lo importante es lo que somos. No importa lo que tenemos, sino lo que disfrutamos. No importa las experiencias de la vida que nos toque atravesar sino la actitud que tomemos ante ellas y que sobretodo seamos felices”.

Foto: Gobierno de San Juan

Graciela Mercado, 52 años

“Yo a los 35 años comencé con inconvenientes ginecológicos, si bien no sentía nada, tenía hemorragias y duraban casi un mes, entonces visité a mi ginecólogo porque sabía que esto no era normal. Fui a una clínica privada, me hice todos los estudios menos biopsia, me dijeron que no tenia nada. Pasaron 3 meses y fui a un hospital cerca de casa y ahí me realizaron la biopsia, en la misma me salió que tenía cáncer de útero. Empecé primero con drogas y a su vez estuve con apoyo psicológico para mí y mi familia, en ese momento me impacto pero yo siempre dije esto a mí no me va a poder, me puse en la meta el “Yo puedo, yo voy a salir”. Empecé el proceso de la quimio con mis hijas muy chicas, las tenía que cuidar, por eso descompuesta y todo me iba a trabajar porque tenía que alimentarlas. Estuve tres meses con quimio, después la dejé y retome con drogas. A los tres meses volví hacerme los estudios y no tenía nada, la metástasis se había ido”.

“Cinco años después de haberme separado, me dolía mucho el pecho derecho y la axila, ahí mismo me dije que ese dolor no era normal, el cuerpo siempre avisa, siempre te da una señal de que algo no es normal. Yo le echaba la culpa al trabajo, de igual forma fui a consultar y me detectaron un nódulo, muy pequeño del tamaño de una arveja. Nuevamente empecé con la lucha y a decirme “Yo puedo”, comencé a ir nuevamente a la psicóloga porque hubo un momento donde pensé que me iba a morir. Volví con las quimios día por medio, se me cayó el pelo y la dentadura. Cada 15 días iba a hacerme los controles y cada vez me iba mejor, siempre me dije a mi misma “Yo voy a poder”.

«Llego un momento donde me tuvieron que internar por neumonía y anemia, en ese momento vi a mis hijas llorar alrededor mío y pensé “Acá me muero, pero yo no puedo morir porque no puedo dejar a mis hijas solas, mis hijas tienen que tener a su mamá porque nadie es como la mamá”. Quería luchar pero sentía que el cuerpo ya no me daba más, ya no quería más. Le pedí ayuda a Dios porque yo tenía que poder. Al otro día me levante re bien, me sacaron el suero y todo lo que tenía enchufado menos los sobrecitos de la quimio. Nuevamente se me cayó el pelo pero nunca tuve vergüenza de salir media pelada, siempre me arregle, me decían que usara pañuelo y yo no quería, no me daba vergüenza tener cáncer, no me importaba lo que me dijeran los demás sino como yo me sentía. Siempre me dije “Esto no me va a ganar, yo puedo».

“A los cinco meses cuando me fui hacerme el otro estudio para ver el estado del nódulo, tuve la noticia de que todo salió perfecto, ya no había nada, la doctora no lo podía creer, era un milagro. En mi segunda etapa tuve mucho apoyo de mi familia y mis hijas”.

“Actualmente voy por la tercera etapa y esta vez empecé con hemorragias y dolor en el brazo. Yo me hago cada 6 meses los controles pese a todo, llueve, truene o lo que sea y eso fundamental los controles, gracias a eso te lo pueden detectar a tiempo y te podes salvar, no hay que dejarse estar.

Fui nuevamente al ginecólogo, me hicieron los estudios y salió cáncer otra vez, nuevamente empecé con las quimios, rayos y nuevamente a decirme “Yo puedo” pese a que había mañanas que no tenía ganas de levantarme porque el cuerpo no me daba, mi espíritu seguía intacto. De igual manera, igual me levanto y le pido a Dios que me ayude. No voy a mentir que hubo un lapso en donde me pregunte “¿Y si no veo más a mis nietos? ¿O a mis hijas?” con la pandemia fue peor porque tenía que entrar hacerme las quimios sola. En esa sala veía a niños que estaban muy mal, mujeres jóvenes y yo me decía “Pero si yo estoy re bien, ¿Cómo no voy a poder?”.

«Después de ver la historia de vida de esa gente yo pensaba que no me podía quejar, yo tenía que seguir. La oncóloga me decía “Iris vos podes”. Llegó un momento donde quise parar y renunciar a seguir haciéndome cosas porque estaba muy cansada, cansada de que me pinchen, de que mis hijas y nietos estén lejos. Gracias a mi pareja pude seguir, él siempre me decía “Tenés que salir para que podamos viajar, por tus viejos y por vos misma.” Fue ahí que entre en razón, pensé en todos mis proyectos y en cómo los tenía que cumplir, no podía decaer. Después de meses, el nódulo se me fue a los ovarios y al estómago pero lo importante es que la metástasis no se ha reventado. Sigo tomando drogas todas las mañanas pero yo sé que voy a salir, la anemia me ha aumentado, subí de peso y voy a seguir luchando porque de esta salgo. Todas las mañanas le doy gracias a Dios por poder levantarme, por tener la droga porque muchas veces no se consigue, de tenerlo controlado, de que tengo a los que amo bien, entonces en agradecimiento a eso, yo voy a terminar con el tratamiento y salir adelante”.

Para todas aquellas mujeres…

“Para todas aquellas mujeres que están atravesando este proceso, sé que al principio es muy impactante, pensás que vas a morir, pero no, es “voy a luchar porque yo puedo”. Hoy con toda la ciencia que hay no te podes morir. A penas el cuerpo te dé una señal, anda al médico y hacete todos los estudios. No hay que tener miedo, hay que enfrentar la situación porque se puede salir”.

Fuente: Gobierno de San Juan.