Faltan pocos días para que se efectivice la desaparición de una de las rutas que realiza la aerolínea de bandera desde 2022.
Luego del anuncio a fines de agosto, a partir del 1 de octubre de 2024 Aerolíneas Argentinas aplicará un ajuste significativo en una red de vuelos, conocida como «Corredor Atlántico«, lo que dejará a algunas ciudades del sur del país con menos frecuencia aérea, como el caso de Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.
El recorte de ruta responde a la necesidad de optimizar los recursos de la compañía, concentrándose en aquellos trayectos con mayor demanda en Argentina y reduciendo costos operativos. Esta medida forma parte del plan estratégico que busca disminuir el déficit económico de la empresa estatal, en línea con los objetivos establecidos para este año.
El Corredor Atlántico, una de las rutas más impactadas por esta reestructuración, había sido lanzado en 2022 como una solución para mejorar la conectividad entre varias ciudades costeras del país. Sin embargo, la baja ocupación en algunos tramos llevó a la compañía a reevaluar su viabilidad. Aerolíneas confirmó que, a pesar de los recortes, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos, como ninguna de las otras ciudades afectadas, quedará sin conexión aérea aunque las frecuencias y rutas directas se verán modificadas.
Los cambios responden también a la necesidad de Aerolíneas Argentinas de adaptarse a la estacionalidad del turismo y a la ocupación de sus vuelos. La compañía ha remarcado que la operación de rutas con aviones que no llenan su capacidad resulta insostenible, especialmente en temporada baja, por lo que concentrarán esfuerzos en las rutas más rentables.
Aerolíneas Argentinas: qué ciudades perderán vuelos desde octubre
Desde el 1 de octubre, las localidades más afectadas por la decisión de Aerolíneas Argentinas incluyen Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. Estas ciudades verán una reducción en la cantidad de vuelos directos entre ellas o la suspensión completa de algunos tramos. Entre las rutas que dejarán de operar se encuentra Comodoro Rivadavia – Río Gallegos en Santa Cruz, que ya había sido cancelada a principios de año, así como Mar del Plata – Bahía Blanca, Bahía Blanca – Trelew y Trelew – Comodoro Rivadavia.
Si bien se reducirán las frecuencias, Aerolíneas aseguró que los pasajeros seguirán contando con alternativas de conexión a otros destinos nacionales e internacionales. No obstante, algunos viajeros deberán adaptarse a nuevas rutas con escalas, lo que podría afectar los tiempos de viaje y la conveniencia de ciertos trayectos.
Estrategias para optimizar recursos
En un contexto donde la aerolínea busca mejorar su rentabilidad, el recorte de rutas con baja ocupación se presenta como una medida clave para evitar pérdidas económicas. Según voceros de la empresa, la decisión de ajustar las operaciones se tomó luego de un análisis exhaustivo de la ocupación y el costo operativo de cada tramo. “No podemos sostener rutas que no llenan sus aviones; estamos priorizando los destinos que sí tienen demanda y generan ingresos para la compañía”, explicaron.
Protesta contra la privatización de Aerolíneas Argentinas
En paralelo a estos ajustes operativos, este miércoles, aeronavegantes y gremios del transporte se manifestarán frente al Congreso para expresar su rechazo al proyecto de privatización de Aerolíneas Argentinas. La marcha, organizada por la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y apoyada por sindicatos como APA, APLA y UPSA, coincide con el inicio del debate en comisiones sobre dos proyectos presentados en la Cámara de Diputados que buscan privatizar la aerolínea de bandera.
Bajo la consigna «Aerolíneas Argentinas no se vende, se defiende», los manifestantes denuncian que la privatización pondría en riesgo tanto las fuentes de trabajo como la conectividad de las economías regionales. Alejandro Kogan, secretario de prensa de Aeronavegantes, advirtió sobre las consecuencias negativas que experiencias previas de privatización tuvieron para la industria aeronáutica y el desarrollo regional del país.