El presidente Alberto Fernández visitó el Centro Argentino de Protonterapia, que se construye en el barrio porteño de Agronomía y que se transformará en el primer centro de tratamiento del cáncer con protones de todo el hemisferio Sur y Latinoamérica gracias a un instrumento denominado «ciclotrón» que sólo funciona en 30 países del mundo.

El jefe de Estado subrayó que, en tiempos de una “pandemia desalmada” que «ataca sin piedad» se ha «redescubierto la trascendencia de la salud pública» que había quedado «desprovista de instrumental y materiales sanitarios» durante la gestión de Juntos por el Cambio (JxC).

«Es un día de mucha alegría. Podemos sacar muchas conclusiones, la primera es cuánto importa el Estado», señaló Fernández para destacar el trabajo conjunto realizado por la Universidad de Buenos Aires, el Invap y la Comisión Nacional de Energía Atómica, artífices del proyectos.

El mandatario relató entonces la historia del centro, cuya construcción formaba parte de un plan de medicina nuclear federal lanzado en 2015 por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y que quedó «frustrado» durante el Gobierno de Mauricio Macri.

Puso como ejemplo el destino del «ciclotrón», que estuvo cuatro años «arrumbado» en Bélgica porque «alguien tomó la decisión política» de no traerlo.

En ese sentido, comparó la situación con las miles de casas que se encontraban prácticamente terminadas en 2015 y que el Gobierno anterior decidió no entregar.

Además, el Presidente dijo estar «apenado profundamente» por la dilación del proyecto que condenó a miles de argentinos a tener que buscar la forma de pagar «cifras siderales» en el exterior para ser tratados contra el cáncer.

«Me apena profundamente. Pero, a pesar del odio, las cosas se logran, el amor por la gente vence al odio», señaló.

Durante la anterior administración, con el equipamiento ya adquirido y esperando su despacho desde Bélgica, el proyecto estuvo a punto de zozobrar, según informaron fuentes oficiales.

«Sólo tuvo un impulso breve a partir de una carta publicada por un diario en la que el excanciller Dante Caputo cuestionaba la parálisis del proyecto, siendo que el equipamiento se había comprado a Bélgica y estaba varado allí», destacaron fuentes del Gobierno.

En ese mismo sentido, se señaló que las autoridades que estaban a cargo del área de Energía Nuclear durante el gobierno de Cambiemos intentaron «vender o devolver el equipamiento que ya se había abonado, antes de que pudiera ser trasladado al país».

Recordó que la Argentina «será uno de los pocos países» que contará con la tecnología de la protonterapia y mencionó que 100 médicos del Hospital Raffo se están capacitando en el exterior para el manejo del equipo.

Fernández dijo que el centro, además de atender a la gente que lo requiera, permitirá también «el desarrollo de investigaciones» y mencionó que el equipo tiene «precisión milimétrica» para atender casos de personas que tienen tumores.

«Yo solo me enorgullezco porque esto lo hace el Estado, nuestros médicos, científicos, Nación y provincia unidos para llevar respuestas donde hace fala una respuesta», completó.

El Centro Argentino de Protonterapia (CeArP) tiene 8 mil metros cuadrados y capacidad para atender a 2 mil pacientes al año con una tecnología que solo se encuentra en 20 países y que es utilizada particularmente en niños y niñas.

Cuando se ponga en marcha, el CeArP será la primera institución de tratamiento del cáncer con protones de toda América Latina.

Durante el acto, el Presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; por la ministra de Salud, Carla Vizzotti; por el rector de la UBA, Alberto Barbieri; y por la titular de la CNEA, Adriana Serquis.

Fuente: Télam