No hay camino en el que no haya un santuario suyo. En cada rincón del país, al costado de las rutas, el rojo resalta e invita, al menos, a detenerse y mirar. Hay quienes se acercan y le agradecen, lo veneran y siguen su camino.

Antonio Mamerto Gil Nuñez, más conocido como el Gauchito Gil, es parte de la cultura popular. El santo popular más conocido de la Argentina. Su historia tiene muchos ribetes y a lo largo del tiempo su historia se agiganta. Año tras año sus santuarios son visitados por más y más gente. El mayor, el que está ubicado en su Corrientes natal, cada 8 de enero recibe mil de personas.

¿Quién fue y qué historia hay detrás de la leyenda del Gauchito Gil?

Se calcula que nació el 12 de agosto de 1847, en Mercedes, provincia de Corrientes. Cuando los santos son populares o paganos poco se sabe con exactitud de sus vidas. Al menos, la hagiografía, la ciencia que se encarga de estudiar la vida de los santos nada dice de la historia del Gauchito Gil.

Su historia es de transmisión oral, a partir de su reconstrucción se supo que fue peón rural, que participó en la Guerra de la Triple Alianza y que también fue reclutado para las milicias que luchaban contra los federales.

Sin embargo, desertó. La leyenda cuenta que se le apareció en sueños el dios Guaraní, Ñandeyará, y que éste le dijo que no derrame la sangre de sus similares. Su rebeldía lo llevó a ayudar a los más necesitados aún infringiendo la ley. En otras palabras, le robaba a los ricos para darle a los pobres y también los sanaba.

También se dice que le gustaban mucho los bailes y las celebraciones, especialmente la de San Baltazar, el santo cambá. Luego de una de esas noches, de baile y fiesta, la policía que lo estaba siguiendo de cerca, lo capturó en plena siesta. Según relatan, el disparo que le hicieron chocó contra el amuleto de San La Muerte que colgaba de cuello y lo salvó.

Cómo fue la muerte del Gauchito Gil

Su impronta lo sentenció a muerte. El 8 de enero de 1874 (algunos afirman que fue en 1878), cuando era trasladado a Goya para ser juzgado y en medio del recorrido fue ejecutado por el coronel Velázquez, contra su voluntad y siguiendo órdenes de un superior.

«Con la sangre de un inocente, se curará a otro inocente», sostienen los relatos que le dijo a su verdugo. Este juntó algo de la sangre derramada por el Gauchito Gil y se la untó a su hijo enfermo que, finalmente, se recuperó.

¿Conocías la historia del Gauchito Gil? ¿Te gustó?