La naturaleza y la mística de Ushuaia se combinan para afianzar sus atractivos durante el verano

David Ferreyra, secretario de Turismo, aseguró que la temporada será alta.

«Lo que buscamos es consolidar el destino y recuperar puestos de trabajo dentro del sector, después de las consecuencias de la pandemia», sostuvo el funcionario.

Para ello, la ciudad del Fin del Mundo apuesta a sus atractivos más tradicionales. Cuya base son su condición geográfica, los paisajes, la naturaleza, la gastronomía y su historia.

La gran mayoría de los visitantes llega a Ushuaia por vía aérea, después de un vuelo de tres horas y media desde Buenos Aires.

En cuanto a paseos por mar, uno de los más tradicionales de Ushuaia consiste en la navegación en catamarán por el mítico canal Beagle. El mismo dura dos horas y media.

Varias empresas ofrecen este servicio de excursiones cortas que llegan hasta el faro Les Eclaireurs y las islas de los Lobos y de los Pájaros. Tienen un costo promedio de $5.200 para residentes argentinos.

Una excursión clásica desde la ciudad es la visita al Parque Nacional Tierra del Fuego. Es una reserva de 70 mil hectáreas de bosque patagónico a 12 kilómetros del centro. Está repleta de senderos, lagunas y lagos, ideal para el avistamiento de aves, contemplación de la naturaleza y caminatas en la montaña.

Para quienes se trasladan al parque por su cuenta -en vehículo propio, de alquiler, taxi o remís- la entrada cuesta $260 para residentes nacionales y el paseo en el tren $4.200, en ambos casos con descuentos especiales para jubilados o estudiantes.

Otra serie de atracciones turísticas de Ushuaia se encuentran en inmediaciones de la Ruta Nacional 3, si se la recorre desde la ciudad en dirección norte.

La posibilidad de realizar caminatas por senderos que llegan a lagunas, picos montañosos o glaciares es múltiple y con variadas distancias y niveles de dificultad.

Fuente: Télam