En una terraza de Ciudad Vieja, Montevideo, Rodrigo Pintos lleva adelante un emprendimiento único: el cultivo y venta de más de 20 especies de plantas carnívoras provenientes de distintos rincones del mundo, como Australia, Asia, Venezuela, Estados Unidos y Europa.

El proyecto, conocido como Darko Carnívoras, nació hace tres años tras la pandemia, cuando Pintos fue enviado a seguro de paro. Aprovechó ese tiempo para aprender de manera autodidacta sobre estas fascinantes plantas, dedicando horas a libros, videos de YouTube y ensayo y error.

“Las plantas carnívoras se alimentan principalmente de insectos como moscas, arañas y mosquitos, pero si no cazan no hay problema. Si logran capturar presas, crecen un poco más rápido, aunque su crecimiento es naturalmente lento”, explicó Pintos en una entrevista con Subrayado.

Para mantenerlas saludables, este tipo de plantas requieren tres cuidados esenciales: sol, un sustrato siempre húmedo y un lugar fijo. Los precios son accesibles, con opciones desde $150, dependiendo de la especie. La Venus atrapamoscas es la más popular, pero en su colección hay una variedad que sorprende a los amantes de la naturaleza.

Darko Carnívoras no solo ofrece plantas, sino que también promueve un estilo de vida que combina curiosidad científica con respeto por el medioambiente. Este emprendimiento destaca por su singularidad y la dedicación de un apasionado por lo natural.