Se trata de una acción iniciada desde la Dirección de Economía Social y Agricultura Familiar.
En septiembre la Dirección a cargo de Alejandro Salvi, hizo entrega de semillas a familias con el objetivo de abrir paso a un seguimiento de huertas familiares, para avanzar en el camino de la soberanía alimentaria.
Gracias a la gestión realizada en conjunto con el programa PRO-HUERTA, del INTA, más de 300 familias casarenses trabajan la tierra y hoy, ponen en conocimiento de la sociedad los más que satisfactorios resultados.
Este, es el derecho de cada pueblo, comunidad y país para definir sus propias políticas agrícolas, laborales alimenticias y agrarias que sean ecológicas, sociales, económicas y culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas.