“Desde muy chica soñé con tener mi propio estudio de danzas”, revela Camila, quien tiene 29 años y logró cumplir su sueño. “Siempre quise transmitir mi conocimiento y mi amor por lo que hago. Tenía 5 años cuando asistí a mi primera clase y desde ese día nunca más lo abandone”, admite, en diálogo con Noticias D.

Vive en Chivilcoy y es profesora y directora de danzas en Petit Studio. “Al comienzo pasé por expresión corporal, luego a los 9 años sumé danza clásica y después danza jazz”, recuerda Camila, sobre su paso a paso en el baile.

Con el correr de los años, y ya más de grande, Camila pudo realizar la carrera de Profesora superior en Danzas. “Cuando finalicé la secundaria, con 18 años, me fui a Capital Federal a estudiar la Licenciatura, así que actualmente soy Licenciada en Composición Coreográfica”, responde.

¿Cuáles fueron las peores dificultades que tuviste que atravesar?

“Recordando mi trayectoria, no tuve muchas dificultades en el ambiente de la danza. Tal vez si las tuve, siempre busqué lo positivo de ellas. En este momento, no hay algo puntual que me acuerde como impedimento o dificultad para llegar hasta acá”.

¿Cómo eran tus profesores cuando eras estudiante?

“Con respecto a los cambios en la enseñanza, si bien no soy de una época muy lejana, pude notar que hoy en día el ambiente está mucho más abierto, es decir, que cuando yo estudié el profesorado, estaba por decirlo de alguna forma «mal visto», asistir a varios profes. Hoy en día eso está cambiando y estoy contentísima de poder ser una profe que le diga a sus alumnos que prueben todo lo que les gusta, los diferentes estilos, las diferentes maneras de enseñar de los profes».

¿Cuál es el trato que tenés con tus alumnos y alguno preferido?

“Los grupos de alumnos que tengo actualmente son hermosos, no tengo favoritos, y podría agregar que intento formar grupos que todos hagan todo por igual”.

¿Qué es lo más complicado y lo más gratificante de tu profesión?

“Lo más complicado de mi profesión es que no todos los meses cuento con la misma cantidad de alumnos, es decir, que al ser una actividad que la mayoria elije por hobby o porque simplemente le gusta, mes a mes varia también mi ingreso. Y lo más gratificante es ver cómo todos los alumnos asisten contentos y se van aún más contentos, que cuando suben al escenario lo disfrutan muchísimo y eso me llena el corazon como profe”.

¿Cuál dirías que es una de tus virtudes más destacadas?

“Creería que mi virtud más destacada es que siempre miro lo positivo de todo”.