Candela Belén Francisco Guecamburu tiene apenas 16 años y acaba de engrandecer al ajedrez argentino con el título logrado en el campeonato americano Continental, en La Habana, Cuba.

En tierras caribeñas, la bonaerense derrotó a la máxima candidata y a otras grandes maestras del continente, se clasificó al Mundial de Bakú, llegó al número 1 del ranking argentino de mujeres y fue bautizada como Gran Maestra.

Candela Francisco es oriunda de la provincia de Buenos Aires. Juega al ajedrez desde muy chica en su Pilar natal y luego pasó a perfeccionarse en el Círculo de Ajedrez de Villa Martelli. Pide pista hace rato: a nivel nacional, es tetracampeona, subcampeona y tres veces tercera; es tricampeona sudamericana y una vez tercera; y es también tricampeona y subcampeona panamericana. Sin embargo, ninguno de esos títulos tiene tanta relevancia como el logrado en Cuba.

Cande no solo se quedó con el título, sino que lo hizo de manera invicta. En las primeras rondas, derrotó a la argentina Maisa Nejansky, a las cubanas Karen Gutiérrez Espinosa e Ineymig Hernández Gil y a la chilena Javiera Gómez Barrera.

Luego, llegaron los resultados fuertes. Hizo tablas con las Gran Maestras cubanas Yerisbel Miranda Llanes y Lisandra Ordaz Valdés, la segunda favorita al título. En el juego siguiente enfrentó a la máxima candidata, la Gran Maestra peruana Deysi Cori Tello y fue allí cuando logró el triunfo más rutilante.

Finalmente, hizo tablas con la Gran Maestra cubana Yaniela Forgas Moreno y cerró su participación con otras tablas, ante la WIM peruana Ann Chumpitaz.

Hasta el momento, solo dos mujeres argentinas habían logrado ser Gran Maestra: Claudia Amura y Carolina Luján. Ambas se deshicieron en elogios con Candela. “Me emociona verla cumplir sus sueños. Candela tiene que pensar en ser campeona del mundo de grandes, no de niños. Ahora tiene que estar entre las 10 mejores del mundo y entonces empezará otra historia. No tengo la menor duda de que si sigue el camino pensando en metas altas, Candela Francisco va a ser campeona del mundo”, aventuró Amura en diálogo con Clarín.

“Es muy joven para predecir su futuro, pero tiene mucho talento, se entrena, se prepara, estudia, le gusta lo que hace. Se nota que le apasiona jugar al ajedrez y eso es importante (…) Quizás algunos puedan pensar que me va a reemplazar, a pasar. Sí, es lógico que eso pase y debería haber pasado mucho antes. Me pone muy contenta por Cande y como mujer ajedrecista”, cerró Luján.

Hay historias de personas que vale la pena contar. Y esta es una de ellas.