Las fiestas clandestinas siguen siendo un problema que parece no encontrar solución en momentos en que todo el país mira con preocupación los índices que marcan día a día la evolución del escenario del coronavirus en Argentina. 

La sombra de una segunda ola se abate sobre buena parte del país, las reuniones multitudinarias están en el ojo de la tormenta, y desde todos los ámbitos se lanzan proclamas apelando a la responsabilidad social de no acudir a este tipo de fiestas.

Ante ese escenario, en Exaltación de la Cruz, los operativos para impedir o desactivar estos festejos ilegales continúan desarrollándose a diario. 

En las últimas horas y tras recibir denuncias por ruidos molestos provenientes de un campo en la localidad de Etchegoyen, personal del Centro de Atención Vecinal (CAV), de la dirección de Tránsito, del Comando de Prevención Rural y la Jefatura de Inspección, realizaron un exitoso procedimiento conjunto a lo largo de todo el viernes.  

De esta forma, se logró desactivar una fiesta clandestina, secuestrar siete vehículos, retener licencias de conducir e identificar a numerosas personas que pretendían participar de ese evento.  

«Luego del procedimiento, se giraron las actas de control al área de Legales, para determinar las sanciones que pudieran corresponder, a la vez que se dio parte al sistema de Salud, dado que la mayoría de las personas estaban sin tapabocas, e incumpliendo el protocolo sanitario«, precisaron fuentes oficiales.  

Durante el operativo, los agentes del Comando de Patrullas identificaron a medio centenar de personas y todo el material fue enviado al Juzgado Federal de Campana, donde se está analizando para su posterior juzgamiento.