Vecinos y vecinas de todas las edades, celebraron la conquista del conjunto de Lionel Scaloni en cada una de las localidades del distrito.
Apenas Gonzalo Montiel convirtió su penal y el árbitro polaco pitó el final del partido, miles de exaltacrucenses ganaron las calles de sus barrios y localidades para celebrar la conquista de la tercera estrella mundial por parte de la Selección Argentina.
Muchos otros esperaron a que Lionel Messi levante la copa y disfrutaron de los festejos en la cancha y la vuelta olímpica. Pero enseguida salieron de sus casas envueltos en lo que sea con color celeste y blanco.
Niños, niñas, jóvenes y adultos se acercaron hasta las plazas de sus pueblos o hasta las esquinas de sus casas, no solo para festejar y disfrutar de un momento que se hizo esperar 36 años, sino para compartir ese instante de felicidad con amigos y vecinos.
Fueron largas horas entregadas a la celebración, a los cantos de la hinchada, a las múltiples reverencias a Lionel Messi y cada uno de los integrantes de un plantel que hizo posible lo que venía negando desde 1986.
“Es un momento mágico. Le tenía toda la fe al equipo y a Messi y por suerte esta vez se dio. Nunca lo había visto campeón a la Selección Argentina y ahora, en dos años, festejamos tres veces, increíble”, le contó Gabriel Espinoza, vecino de Capilla del Señor, a La Semana.
“Yo soy de Los Cardales pero desde el partido con México, cada partido lo vemos en los mis suegros, acá en Capilla. La final fue una película pero por suerte terminó bien. Lo merecíamos porque Argentina fue el mejor equipo del mundial”, confió, entre cánticos, Simón Lorea.
En las ruedas previas ya se habían visto festejos en diversos puntos del distrito pero como ocurrió en el resto del país, el festejo de la tercera estrella superó todo lo imaginado. Es que volvimos a ser felices, todos juntos.