Florencio de los Ángeles Molina Campos fue uno de los artistas más importantes de la Argentina y vivió durante más de tres décadas en Moreno. Desde su rancho, retrató la belleza de los paisajes locales como nadie, con su eterno estilo costumbrista, del cual se enamoró hasta Walt Disney.

En 2020, en plena pandemia, sus obras estuvieron a punto de rematarse, hasta que un decreto municipal del HCD de Moreno lo impidió al declararlo «patrimonio histórico«. A partir de ahí, tomó intervención la provincia de Buenos Aires, a través del Instituto Cultural de PBA y de una larga contienda judicial. Finalmente, las obras y pertenencias del artista se recuperaron para ser exhibidas en el Museo de Bellas Artes Manuel Belgrano, de Moreno.

Así las cosas, 28 obras originales de Molina Campos se exhiben entre el 11 de julio y el 10 de agosto en el citado museo de Moreno, de martes a viernes de 9 a 15; sábados y domingos, de 14 a 19, siempre con entrada libre y gratuita. En total, se recuperaron 132 frescos, que a su vez son exhibidos en el Teatro Argentino de La Plata.

Hernán Tulissi, director general de Museos y Patrimonio Histórico de Moreno, dio detalles sobre «Pinturas de nuestra tierra«, el nombre que se le dio a la muestra. «Se buscó reflejar al Molina Campos vecino y creador de gran parte de su obra en Moreno, donde tuvo su rancho y su atelier«, explicó a la agencia Télam.

Molina Campos en Moreno

Florencio Molina Campos llegó a Moreno en 1932. A orillas del río Reconquista construyó su rancho de madera en el que vivió junto a su esposa Elvira. Llamó a su rancho «Los Estribos» y desde ese lugar se inspiraba para retratar la vida gauchesca, los paisajes, la fauna, la gente.

Sus dibujos llegaron a llamar la atención del legendario Walt Disney, quien trabajó junto a Molina Campos. Incluso, en una oportunidad, Disney visitó «Los Estribos» y hasta se comió un buen asado criollo.

«Molina Campos, si bien caricaturizaba al gaucho, se dio cuenta de que Disney quiso hacerlo aún más caricaturesco y entendía que así se le tomaba el pelo al gaucho; por eso, tuvieron un distanciamiento», contó Tulissi.

Un fatídico día de 1945, el rancho se incendió. Fue reconstruido, aunque esta vez de cemento. Allí, vivió el pintor hasta el día de su muerte, en 1959, a los 68 años. En 1978, Elvira vendió la propiedad. Años más tarde, el municipio de Moreno la recuperó y la convirtió en Casa Museo.

«Hay mucho material original, hay muebles hechos por Florencio Molina Campos, la marca de los estribos en el hogar chimenea y se conserva tal cual el estudio donde pintaba con las ocho ventanas al río Reconquista», detalló Tulissi en la citada entrevista.

«Toda la comunidad de Moreno tiene mucha expectativa por este regreso de Molina Campos, después de todo lo que costó recuperar su obra», concluyó.