Gracias a que él mismo participó como soldado, Cándido López fue el pintor argentino que mejor pudo retratar la guerra en maravillosos óleos que han trascendido el tiempo.

Cándido López nació el 29 de agosto de 1840 en la ciudad de Buenos Aires. Desde niño demuestra habilidades para el dibujo y la pintura y estudiará con prestigiosos maestros.

Siendo muy joven, en 1858, inicia su trayectoria como daguerrotipista. Entre 1859 y 1863 realiza una importante cantidad de fotografías de pequeñas ciudades y poblados de Buenos Aires y Santa Fe. En 1860 se radica en Mercedes y poco después se instala en San Nicolás.

Según se relata en “Historia de San Nicolás de los Arroyos y su Pago-Tomo II”, el 1° de julio de 1865 es designado como teniente segundo en el Batallón N°1 de San Nicolás donde se había presentado como voluntario. Con este grupo combatirá en la Guerra del Paraguay (1864​-1870), donde en sus ratos libres pinta algunos campamentos militares.

Un hecho trágico en su vida ocurre el 22 de septiembre de 1866 cuando participa de la Batalla de Curupaytí: allí pierde su brazo derecho por la explosión de una granada y es pasado a retiro como inválido de guerra. Por ese motivo se ve obligado a desarrollar su talento artístico con la mano izquierda en el manejo de los pinceles. Sus principales cuadros los desarrolló entre 1888 y 1901.

En uno de sus óleos sobre tela representa el velatorio del primer soldado fallecido del Batallón San Nicolás. Otra de sus pinturas muestra el momento en que el batallón cruza el Arroyo San Joaquín.  En sus bellas obras describe también un campamento argentino y la rendición de la ciudad brasileña de Uruguayana que se encontraba en poder de los paraguayos.

Hasta su muerte realizó más de 50 pinturas. Cándido López falleció el 31 de diciembre de 1902 en la ciudad de Baradero.