Cómo adquieren parásitos nuestras mascotas y cómo cuidar a la familia

Los perros, los gatos y los animales silvestres sufren parasitosis internas. Es fundamental conocer de dónde provienen para poder cuidar tanto a mascotas como a las personas.

Los parásitos se transmiten por la ingestión de pastos con materia fecal fresca, de agua contaminada (zanjas, lagunas, ríos, playas, agua no potable), ingresan por la piel aún sana y los transmiten algunos vectores (pulgas, garrapatas). También las hembras preñadas les transmiten parásitos a sus crías cuando nacen.

Los parásitos internos afectan de diferente manera a los animales. Algunos parásitos se transmiten de los animales a las personas. ¿Quiénes pueden enfermar? Los niños y las personas con enfermedades crónicas o con bajas defensas.

Los niños pequeños suelen comer arena o tierra, si están en contacto directo con el suelo en lugares públicos. Esa es una fuente de contagio.

Los huevos y larvas de parásitos animales entran por la boca y/o la piel. Algunos pueden provocar lesiones graves en los ojos, hígado, pulmones, músculos y órganos digestivos.

¿Cómo proteger a nuestra familia?

Las acciones que se puede llevar a cabo para evitar que los parásitos afecten a nuestra familia son muy sencillas:

  • Levantar la materia fecal de patios, jardines y veredas con bolsa de nylon y desecharla en los basureros.
  • Lavarse las manos después de manipular bandejas sanitarias y/o materia fecal de perros y gatos.
  • No compartir con el animal platos, cucharas, tenedores, toallas, mantas ni otros elementos de uso familiar.
  • No alimentar al animal con carne cruda. Usar alimento balanceado comercial o alimentos bien cocidos y agua potable únicamente.

Cabe destacar que es posible que su perro o gato necesite análisis de materia fecal varias veces en su vida. Todos los animales que comparten la vida familiar deben recibir antiparasitarios internos periódicamente según el estado de salud y el estilo de vida.

Contenido provisto por: Lucas Giménez