«Atlantic»: un barco con una historia que se remonta a la Segunda Guerra

El ferry “Atlantic” funcionó como barco de desembarco durante la Segunda Guerra Mundial. Desde hace casi 30 años yace abandonado sobre la barranca del Parque San Martín.

Dormido a la vera de la barranca del Parque San Martín, se encuentra un barco cuya historia se remonta a la Segunda Guerra Mundial: el ferry “Atlantic”, que llegó a nuestras riberas a mediados de los años ’90 y que yace desde entonces, abandonado y destruido, sobre las aguas del Paraná.

Denominado “USS LST-970”, el navío se desempeñó como buque de desembarco de tanques para la Armada de los Estados Unidos. Fue construido por el astillero Bethlehem-Hingham y lanzado al agua a fines del año 1944. Tenía una longitud de 100 metros y un calado de 15 metros de profundidad y capacidad para transportar hasta mil pasajeros.

Entre mayo y junio de 1945 fue asignado al teatro de operaciones de la Guerra del Pacífico donde participó en la Batalla de Okinawa, librada en la isla de Okinawa entre los Aliados y el Ejército Imperial Japonés.

El buque fue dado de baja en 1946 y al año siguiente fue vendido a una empresa naviera de remolques. Durante los años ’50, bajo el nombre de “Old point comfort”, el barco transportó por el río Hudson, camiones cargados entre las ciudades de Nueva York y Albany. Hasta que en 1964 es adquirido por Uruguay para realizar viajes con pasajeros y autos, entre Buenos Aires y Colonia, donde navegó hasta principios de los años ‘90.

El Atlantic llegó a las costas nicoleñas en 1993. Hasta nuestra ciudad el ferry fue tirado por dos remolcadores y demoró un día y medio en arribar. La cabina y la sala de espera eran de bronce y el bar era muy lujoso. Fue adquirido con la idea de hacer funcionar en sus espacios, un “restaurante flotante” y un boliche bailable nocturno, entre otros rubros. Pero el proyecto nunca prosperó y quedó en la nada.

Con el paso de los años fue desmantelado y sufrió actos de vandalismo y varios incendios. Hubo algunos intentos por retirarlo del lugar pero nunca se concretó. Hoy, del lujoso y activo Atlantic solo quedan sus ruinas y es un fantasma de aquellos tiempos vividos en alta mar.

Contenido provisto por: Rubén Sisterna