La Tienda “Gato Negro” se fundó en el año 1923 en la esquina de Nación y San Martín. Desde entonces se ha convertido en uno de los comercios históricos de nuestra ciudad.

Noticias d habló con su dueño, Hugo Magnani, quien contó la historia del comercio y explicó cuál es la clave de su vigencia centenaria.

-¿Quién fue el fundador de la Tienda Gato Negro?

-El fundador de la Tienda fue el señor Juan Arteaga, un español que andaba vendiendo ropa por la campiña, por las chacras. Y en un momento decidió abrir la tienda.

Era un hombre que tenía mucho marketing natural. Inauguró a puertas cerradas. Los clientes se llevaban bultos de ropa, muchos eran amigos que después los devolvían. Arteaga era un comerciante nato.

Era padre de 3 hijas que ninguna de ellas se interesó por la parte comercial. Mi papá Alberto Magnani y Sergio Cihuelo empezaron a trabajar junto a él a los 2 o 3 años de haber inaugurado. Ambos tenían 14 años y comenzaron como cadetes.

Arteaga los fue considerando como sus hijos y los fue habilitando en el comercio. Trabajaron como cajeros y empaquetadores.

Cuando Arteaga se iba de vacaciones varios meses a Mar del Plata, dejaba el negocio en manos de ellos. Hasta que en un momento quedaron como dueños de la tienda.

A medida que pasaban los años Arteaga les iba dando mayor participación a mi papá y a Cihuelo. Inauguraron la parte nueva en el año 60. Y ahí Arteaga ya casi no trabajó más.

La parte comercial quedó en manos de una sociedad integrada por mi papá, Cihuelo, su hermano y un tío mío.

En 1986 mi papá falleció y ahí empecé a participar de la tienda, integrando esa sociedad. Luego por una cuestión de edad avanzada me fueron vendiendo las partes de los otros socios.

Hasta que en 2011 compré el edificio, toda la esquina completa. Desde hace unos años está mi hija Paola trabajando conmigo y ella será la futura heredera de la tienda.

-¿Qué significa Tienda Gato Negro en la ciudad?

-La gente lo tiene como un negocio de referencia en San Nicolás. Es un punto de ubicación en la ciudad por tantos años que tiene.

-¿Cuál es la característica principal que ha mantenido la tienda a lo largo de estos casi 100 años?

-Algo que nos ha diferenciado es que hemos sido muy activos con los clientes. Siempre hemos hecho delivery propio. Hasta 2010 teníamos dos cadetes que repartían ropa en las casas de familia.

Muchos clientes que no conocíamos nos compraban por teléfono. Les llevábamos la mercadería y al otro día íbamos a buscar la ropa que no se dejaban.

Toda la vida hemos tratado de brindar un buen servicio a nuestros clientes y eso nos ha identificado.

Tanto los clientes como los empleados han sido y son muy leales al comercio. Tenemos empleados con 40 años de servicio. Cada empleado que llega acá, no se va. Somos como una familia.

A nuestros empleados siempre les digo que trabajen con ganas, que den todo.

-¿Qué productos está ofreciendo la tienda hoy?

-Hoy nos estamos dedicando mucho a blancos y a sábanas, toallas, repasadores, todo para el hogar, frazadas. Y mucho de hombre principalmente porque tenemos algo de mujer, pero hay muchos comercios dedicados a las mujeres y no tantos para el hombre.

Tenemos ropa para hombres de todas las edades. También tenemos ropa de trabajo, hay una variedad muy importante.

El cliente acá puede encontrar desde medias, ropa interior, pantalones, mallas, camisas, camperas, corbatas, abrigos. Lo único que no tenemos es sastrería, pero sí todo lo demás.

Nosotros tratamos de que el cliente consiga aquí lo que andaba buscando. Tenemos talles especiales.

-¿Benefició a la tienda haber estado todos estos años en una esquina tan céntrica?

-Creo que sí porque los que vienen al centro siempre pasan por esta esquina. La ubicación es muy importante. Estamos a una cuadra del Teatro.

Muchos elencos teatrales han venido a buscar prendas a nuestra tienda cuando se les rompía algún pantalón. Grandes personalidades han pasado por nuestro local.

-¿Cuál ha sido la clave para que Tienda Gato Negro se mantenga vigente luego de casi 100 años?

-Hay varios factores. Uno de ellos es el amor que los sucesivos dueños le hemos tenido a la tienda. Y también la vocación por el comercio.

Otro aspecto es que somos muy conservadores. Desde Juan Arteaga hasta mi hija y yo en la actualidad. No damos un paso más allá del que podemos dar.

Nuestra preferencia es crecer de a poquito y no hacer grandes saltos y caer de golpe. Eso es importante.

Y hay otro tema más: los comerciantes generalmente prefieren que sus hijos sean profesionales. Y a veces hay jóvenes que tienen capacidad para ser buenos comerciantes.

Está muy bien que quieran ser profesionales, pero si tienen inclinación por el comercio no habría que descuidar ese tema. En San Nicolás han existido grandes e importantes comercios que desaparecieron porque los hijos no los continuaron.

No hay que renegar si uno es comerciante y hay que dejar que los jóvenes incursionen en el comercio.

-¿A usted empezó a gustarle el comercio por tanto venir a la tienda?

-Sí, yo amaba venir acá. De niño ya me veía trabajando en la tienda. Yo venía a jugar, subía las escaleras, íbamos a los altillos. Este mundo me fascinaba.

Gracias a Dios pude lograrlo, yo no me veía en otro lugar que no fuera acá.

-¿Los afectaron las distintas crisis que hemos tenido en el país en estos 100 años?

-Sí, nos afectaron todas las crisis. Pero cuando hay crisis nos achicamos todo lo que podemos, reducimos los gastos y esperamos que pase la tormenta.

-¿Cómo los afectó la pandemia?

-No nos afectó tanto gracias al delivery que sabíamos manejar y teníamos buenas redes sociales con mucha anticipación. Incentivamos más el uso de las redes sociales.

Ahora hemos incorporado el posnet inalámbrico así que cobramos con tarjeta en la casa de nuestros clientes. Durante la cuarentena intentamos facilitarle al cliente todo lo posible para que siguiera comprando sin moverse de su hogar.

No hemos trabajado normalmente porque la pandemia nos afectó, pero pudimos subsistir a pesar de la crisis. Esta pandemia ha sido una tormenta que tuvimos que pasar.

Tuvimos que achicar todos los gastos, incluso los gastos personales. Otro secreto del buen comerciante es que la plata que está en la caja no es del comerciante, es de los proveedores.

Después de pagarle al proveedor, lo que sobra es lo que te queda como ganancia. Hay gente que se confunde cuando ve la plata.

Hay comerciantes nuevos que piensan que ya van a vivir desde el día que instalan el comercio. Un negocio necesita de 4 a 5 años para estabilizarse y empezar a vivir de él.

-¿Qué ha significado Tienda “Gato Negro” en su vida?

–En mi vida ha sido todo, como un hijo. Yo lo siento como un hijo por como lo cuido, lo protejo y el tiempo que le he dedicado siempre.

Cómo podés contactarte con El Gato Negro

El Gato Negro está abierto de lunes a sábados de 9 a 13 hs. Pueden comunicarse través de Whatsapp al 3364-365483 y también en sus páginas de Facebook e Instagram.