Primavera a todo color en Zárate: así cuidan las marimonias estos vecinos

Viven en el barrio de Villa Massoni y se pueden observar en un abundante jardín colorido.

En un hogar de familia del barrio Villa Massoni, de la localidad de Zárate, podemos observar y apreciar las maravillosas plantas con abundantes flores predominando las marimonias (rojas, rosadas, amarillas, mestizas y tricolor), entre otras como las rosas (matizadas, bordo, rosadas y salmón), rosa china amarilla doble, clivias, siete hermanas rosadas, cerezo japonés, Lapacho (amarillo y rosado), manto de la virgen, fresias, etc.

En 2015, Cristina Perez, junto a su esposo Cesar Magiantini, tras perder unas marimonias blancas que les habían obsequiado, decidieron comprar siete plantines de marimonias las cuales con mucho amor y dedicación cada año se fueron reproduciendo cada vez más.

En este sentido, Cristina Perez, en diálogo con Noticias D, detalla el proceso y manifiesta ser vida para ella.

Las marimonias requieren mucho sol y empiezan a florecerles los pimpollos a mediados de julio hasta fines de octubre, el lapso varía según el clima específicamente. el matrimonio particularmente las tapan y/o sacuden el agua acumulada en las flores (para que estas no se doblen con el peso propio del agua), luego las plantas empiezan a secarse para poder posteriormente extraer de la tierra los bulbos las cuales hay que lavar y secar bien para conservarlas y poder plantarlas al año siguiente.

En este etapa, Cesar Magiantini es gran protagonista ya que es quien secciona y guarda cada bulbo por color en cajas por separado (si se juntas distintos colores, se casan) y, por tal motivo, las distingue con lana del respectivo color.

Luego, en mayo-junio hidratan los bulbos por dos horas para luego plantarlas (aproximadamente cinco plantas por bulbo). Aclaran hacer todo natural, sin usar fertilizantes ni químicos sino que el suelo es muy noble y fértil.

El resultado es mérito del amor, dedicación, tiempo y expectativas que le agregan extra al proceso detallado anteriormente.

Por último, destacan la maravilla de la naturaleza, y agregan el placer que les da ver su jardín colorido repleto de hermosas flores brindándoles paz, alegría y ánimo, no solo a ellos sino que también a cada persona que pasa por la vereda.

Contenido provisto por: Adriana Soria