Tierra del Fuego se encuentra en estado de emergencia sanitaria debido a un preocupante éxodo de médicos que ha dejado al sistema de salud en una profunda crisis. Una de las principales causas de esta crisis es la disparidad salarial. Los médicos en Tierra del Fuego reciben remuneraciones considerablemente menores en comparación con sus colegas en otras regiones del país.

Además, la falta de vivienda adecuada agrava la situación, ya que muchos médicos carecen de opciones habitacionales dignas en la provincia. Se suma a esto las precarias condiciones laborales, con largas jornadas y escasez de recursos.

La falta de oportunidades de desarrollo profesional también ha contribuido al éxodo. Los médicos carecen de posibilidades para especializarse o avanzar en sus carreras dentro de Tierra del Fuego.

Las consecuencias de esta migración de profesionales son alarmantes. Los pacientes enfrentan largas esperas para recibir atención médica, lo que impacta negativamente en la calidad de los servicios sanitarios. La escasez de médicos especialistas también aumenta el riesgo de desabastecimiento de medicamentos en hospitales y centros de salud.

El Siprosa ha presentado demandas claras al gobierno, incluyendo aumentos salariales, construcción de viviendas adecuadas, mejoras en las condiciones laborales y una mayor inversión en la formación de médicos.

A pesar de los anuncios gubernamentales de medidas para abordar la crisis, el Siprosa considera que estas no son suficientes. Advierten que, de no tomarse acciones urgentes, la situación podría deteriorarse aún más.

La salud es un derecho fundamental, y el Gobierno provincial tiene la responsabilidad de garantizar el acceso a una atención médica de calidad para todos sus ciudadanos. Es crucial que las autoridades provinciales actúen de manera decisiva para resolver el éxodo de médicos en Tierra del Fuego y proteger el bienestar de la población.