Después de arduas sesiones, confrontaciones intensas y maniobras políticas del Gobierno para obtener apoyo mayoritario, en la noche del martes 23 de abril, el Senado aprobó la reforma pensional que introduce modificaciones fundamentales en el sistema de ahorro de los ciudadanos colombianos.

Como se sabe, varios artículos de la reforma pensional han generado controversia. Entre los aprobados se encuentra el artículo 30, que trata sobre la situación de tener múltiples empleadores, estableciendo que cada empleador deberá realizar de forma independiente los aportes correspondientes al pilar contributivo cuando una persona tenga más de un contrato de trabajo simultáneamente. También se incluye el artículo 34, referente a la integración y pago de la pensión de vejez, el cual aborda la unificación del fondo público Colpensiones y los fondos privados para el pago de la pensión.

Aunque aún restan dos debates en la Cámara de Representantes, primero en la Comisión Séptima y luego en la plenaria, se anticipa que el proceso para convertirse en ley podría ser más fluido en comparación con el ya completado en el Senado. Esto se debe a que el proyecto contaría con el respaldo del Pacto Histórico, Comunes, Alianza Verde, las curules de paz, el Partido Liberal, y se especula que al menos un representante de La U lo apoyaría.

Por lo tanto, se cree que el proyecto en la Cámara podría avanzar sin mayores obstáculos, aunque la decisión final recaerá en la plenaria, donde el Gobierno cuenta con suficiente respaldo. Esto se evidencia al observar lo ocurrido el año pasado con otro proyecto de reforma polémica, el de la salud, que se aprobó con 87 votos a favor y 37 en contra.

Proyecto

A pesar de que la plenaria de la Cámara probablemente apruebe el proyecto, el principal motivo de preocupación para el Gobierno es el tiempo. De hecho, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, reconoció esta preocupación.

Debe aprobarse antes del 20 de junio próximo, cuando finaliza la legislatura. De lo contrario, se hundirá debido a la falta de trámite, y el proceso tendría que comenzar de nuevo. Por esta razón, se cree que una de las estrategias de la oposición será evitar el quórum para impedir el debate.

Esto se evidenció durante la jornada del martes. La estrategia liderada por los senadores Paloma Valencia y Carlos Meisel, del Centro Democrático, estuvo a punto de tener éxito al romper el quórum, pero al final la baja votación se evitó gracias a los parlamentarios de la representación indígena y de negritudes.

«Creo que estamos muy ajustados en cuanto a tiempo, pero también estoy convencida del rigor y el compromiso de los representantes a la Cámara. He trabajado con la Comisión Séptima y sé que no solo son estudiosos, sino también rigurosos. Considerando todos los debates que hemos tenido, creo que vamos a mejorar esta reforma de pensiones», comentó la ministra del Trabajo.

La fecha de entrada en vigor fue otro punto de polémica durante la plenaria. La oposición y los independientes, liderados por la senadora Angélica Lozano de la Alianza Verde, pedían que comenzara en 2027, pero el Senado aprobó que iniciara el 1 de julio de 2025.

Por lo tanto, si la reforma se aprueba, todos los cambios propuestos entrarán en vigencia el próximo año.