«Artesanos Unidos», personajes locos lindos que quieren construir un mundo mejor

La presidenta del grupo, Carolina Arrúa, contó cómo surgió el equipo, quiénes lo integran y cuáles son sus objetivos.

Hablamos con Carolina Arrúa, presidenta de «Artesanos Unidos», un grupo conformado por más de 90 integrantes que ven en la artesanía una fuente laboral y una forma de ayudar al otro.

—¿Cuándo nace el equipo “Artesanos Unidos” que liderás?

—Nació en el año 2020 y está integrado por más de 90 artesanos a los que nos une el arte. Actualmente estamos organizando ferias y también actividades solidarias.

—¿Qué te motivó a armar este grupo?

—Vi que en provincias como Córdoba, Misiones y Entre Ríos hay agrupaciones de artesanos que trabajan de manera conjunta que hacen cosas realmente maravillosas, entonces pensé que sería una buena idea armar algo similar aquí en Santo Tomé. De a poco los fui contactando, los convoqué a una reunión y noté desde el inició que había una gran aceptación al proyecto que les propuse.

—Así logramos consolidar un lindo grupo donde cada uno, a través de sus diferentes artesanías, pone lo mejor de sí para promover lo mejor de nuestra ciudad y de nuestra región.
Además, hemos desarrollado muchas actividades solidarias en Santo Tomé, y eso también nos pone muy contentos.

—¿Cómo surgió la idea de crearlo?

—Cuando empezó la pandemia y los expertos comenzaron a sugerir la necesidad de que toda la población usara barbijo noté que en un principio había escasez en el mercado. Se nos ocurrió entonces convocar a todas las costureras de la ciudad y, a través del municipio, conseguimos los elementos para fabricar una gran cantidad de barbijos que luego repartimos al hospital, a los bomberos, a la policía, entre otras instituciones. Fueron más de 52 costureras las que se sumaron a esta causa y trabajaron en forma gratuita durante casi un año.

En ese momento noté que muchas de estas personas hacían –y hacen- artesanías y manualidades, por lo que les propuse conformar esta agrupación a los fines de poder mejorar la calidad de vida y que pudieran tener un ingreso extra o, como sucede en algunos casos que viven de esto y solo de esto, un ingreso mensual asegurado.

Organizamos ferias masivas y grandes exposiciones en lugares abiertos y al aire libre a la que se sumaron no solo artesanos locales sino también de ciudades aledañas, siempre respetando el protocolo y cuando el índice de casos activos era bajo en Santo Tomé. Por suerte, siempre tuvimos el acompañamiento de la comunidad, algo que para nosotros es importantísimo.

—¿Cuántos eventos lograron hacer en total?

—Fueron más de seis eventos que se pensó y se hizo un paseo de artesanos en plazas, plazoletas y en lugares públicas como la costa del río, lo que se conoce como “Paseo La Islita”. Siempre con la consigna de evitar la aglomeración de gente por motivo de la pandemia, las personas circulaban, miraban las artesanías, compraban, paseaban un rato y se iban a sus casas. Entonces el tráfico de personas era constante y fluido.

—En pandemia sucede que todas las actividades se entrecortan, sufren intermitencias según la situación epidemiológica del momento, ¿qué te inspira a seguir adelante?  

—Como siempre digo las personas que, independientemente de su trabajo u ocupación, son artesanos de corazón porque hacen arte, personajes locos lindos que quieren construir un mundo mejor y que se caracterizan por tener empatía con el otro, con los demás; de esa esencia natural que tenemos todos los que integramos el equipo surgió la idea de hacer movidas solidarias. Estas iniciativas cuyo fin es ayudar al otro nos motivan a seguir superándonos día a día.

—El 25 de mayo pasado hicimos un locro solidario para adquirir insumos para el hospital de nuestra ciudad, que está colapsado y que necesita de la ayuda de la comunidad. Más precisamente fue para el personal de enfermería que trabaja muy duro todos los días y que, lamentablemente, en nuestro país no se les paga bien.
También hemos colaborado con el hogar de ancianos, y ahora estamos colaborando el hogar de niños y con el comedor “Sí se puede”.

—¿Qué te llamó la atención a medida que fuiste conociendo de cerca cada caso particular de los artesanos que integran la agrupación?

—Me conmovió mucho el caso de mujeres mayores, en algunos casos de edad avanzada, que tienen como único ingreso la venta de sus artesanías. Afortunadamente desde que forman parte de nuestro equipo pudimos visibilizar sus productos y mejorar así sus ventas y con ello sus ingresos.

—También me impactó mucho el caso de una mujer que se separó de su pareja porque sufría violencia de género, y debía seguir sosteniendo su casa y a sus hijos. Encontró en la artesanía una fuente de ingreso rodeada de buenas personas y sabiendo que puede contar con nosotros.

—¿Fuiste testigo de cómo, casi de manera impensada, la gente se encontró con que tiene talento para determinadas manualidades o trabajos?

—Muchas personas, sobre todo mujeres, han logrado despertar nuevas habilidades y talentos. Nuestro trabajo es ayudarlas a que lo puedan hacer visible, que lleguen a toda la comunidad, que se conozca su trabajo y que puedan obtener ingresos. Funciona como círculo social beneficioso para todos.

—¿De qué otras maneras se las ayuda?

—Haciendo capacitaciones vinculadas al concepto de emprendimiento y todo lo que engloba un proyecto de ese tipo: redes, marca, distribución, optimización de recursos y de ganancias, entre otras cuestiones fundamentales para que un emprendimiento crezca.

—¿Cuentan con un espacio físico?

—No, por el momento no. Estamos iniciando proyectos que nos permitan tener una casa propia o disponer de un espacio donde podamos hacer ferias y paseos para exponer. Hemos hablado con “Fundación Ñandubay” para poder desarrollar allí un paseo los fines de semana, pero se frenó cuando sufrimos el aumento de casos positivos en Santo Tomé. Los proyectos están, ojalá los podamos concretar.   

—¿Qué expectativas tenés para el futuro, ojalá ya sin pandemia?

—Nuestro principal objetivo es lograr la personería jurídica, ser una asociación en términos legales. Poder contar con un espacio físico donde podamos llevar adelante nuestra actividad, que cuente con las comodidades mínimas, también es un gran anhelo. Lograr mayor convocatoria y mayor acceso a conocimientos digitales. Capacitarnos. Seguir creciendo. Somos más de 90 artesanos, más de 90 familias, y nuestras exposiciones son de las más grandes de la región. Ojalá podamos cumplir el objetivo que es que cada artesano siga trabajando sus artesanías, que aprenda a hacer nuevas, que sepa cómo venderlos en redes y que pueda hacer crecer su emprendimiento.