El edificio, dependiente del ministerio de la Comunidad, fue ampliado en el sector de administración, enfermería, sala de estudios, cocina, lavadero con sector de planchado, además de dos sanitarios para uso del personal y un tatakuá con parrilla.
También fueron refaccionados la sala de control, el comedor, los tres dormitorios con capacidad para 14 personas, un sanitario para uso del personal, un bloque de sanitarios con duchos para los jóvenes, y finalmente el patio interno y el de esparcimiento al aire libre.

La obra será entregada con sistemas de cámaras de seguridad, matafuegos contra incendios e instalación contra incendios, rejas de caños estructurales, carpintería de aluminio, cielorraso de PVC, pisos graníticos, y cubierta de chapa. También, con vereda pública, parquización, iluminación exterior, torre tanque y cisterna.

Un Estado presente
Al confirmar el acto de inauguración con la presencia del gobernador, la ministra de la Comunidad Gloria Giménez explicó que se trata de una de las cinco residencias a cargo del organismo, en este caso dedicada a adolescentes varones.

Y comentó a Agenfor que en la actualidad hay diez adolescentes en cuidado permanente del Estado, por lo que la residencia cumple la función de un hogar, cubriendo todas las necesidades de una persona en esta edad de su vida, desde la concurrencia al sistema público educativo, atención de salud, como también recreación y esparcimiento.

“El Estado provincial cumple estrictamente, y nuestro gobernador pone énfasis en el cuidado de niños y niñas de nuestras residencias, en esto hay un Estado presente. No tienen que pasar por ningún tipo de necesidades” precisó.

Cinco residencias socioeducativas
Existen cinco residencias socioeducativas dependientes del ministerio de la Comunidad: “Mi Casita” para niñas y niños de 0 a 5 años, “Dr. Luis Gustnisky” para niñas de 5 a 12 años, “Remedios de Escalada de San Martín, para niños de 5 a 12 años , “Renacer” para mujeres adolescentes de 13 a 17 años y Pre Egreso” para varones adolescentes de 13 a 17 años.

Se trata de dispositivos de cuidados alternativos, que dependen de la Dirección de Niñez y Adolescencia. En estas residencias se les garantiza el acceso a sus derechos fundamentales como educación, salud, alimentación, vestimenta y recreación, mientras dure la medida excepcional por la que han sido separados de su núcleo familiar.

Y por otra parte, el hogar María Auxiliadora que funciona como residencia para aquellas personas, fundamentalmente del interior, que tienen hijos con atención médica en el Hospital de la Madre y el Niño y que por razones económicas y de distancia necesitan alojamiento.

Fuente: Agenfor.