La crisis de las peluquerías por la cuarentena: “Las consecuencias de no poder trabajar han sido deplorables”

El rubro de los estilistas ha sido uno de los más golpeados. En esta nota, peluqueros de Godoy Cruz contaron cómo atraviesan esta situación.

Desde el 20 de marzo, cuando se declaró el aislamiento social, preventivo y obligatorio a nivel nacional, muchos comercios debieron cerrar sus puertas. Entre ellos, las peluquerías.

Durante la cuarentena este rubro quedó en la lista de los no esenciales, pero este lunes, el gobernador Rodolfo Suarez habilitó la actividad en el Valle de Uco, Zona Este, norte y sur provincial. No así, en el Gran Mendoza, es decir: Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén, Luján de Cuyo y Maipú.

La crisis económica que se ha generado en este tiempo golpeó significativamente al sector de los estilistas. No obstante, algunos han recurrido a la venta online de productos, lo cual no equivale a la facturación diaria de estos comercios.

Santiago comenzó en la actividad en 1996 y desde el 2005 se instaló en la esquina de la calle Lavalle y la ciclovía de Godoy Cruz. “Queremos que nos habiliten a trabajar con protocolo de por medio, un protocolo que yo mismo ya lo tengo pensado poner en practica apenas nos autoricen”, le relató a Noticias d.

“Las consecuencias de no poder trabajar han sido deplorables. Me urge abrir al público, y no más de dos personas en el local, una en el salón y otra en sala de espera cuidando el distanciamiento, y con alcohol en gel y barbijo de por medio”, agregó Santiago, quien desde hace un año trabaja solo y brinda un servicio para toda la familia: bebés, niños, mujeres y hombres.

Por otra parte, el vecino comentó una situación respecto al Ingreso Familiar de Asistencia que brinda la ANSES: “Yo soy beneficiario del IFE, esos $10.000 me tocaba cobrarlos el jueves por la terminación de mi DNI y cuando fui, el ANSES no me depósito el dinero. El viernes intenté de nuevo, y no tengo nada depositado”.

A su vez, Leonardo Fernández, dueño de la peluquería Leo Cut, coincidió con la crisis del sector y le contó a Noticias d cómo ha sido reinventarse en esta cuarentena.

El rubro de peluquería ha sufrido mucho, al igual que todos, estamos totalmente paralizados esperando ansiosos de poder atender. Desde mi empresa junto con mi socio lo que hemos desarrollado es una prestación de servicios de kit online para que nuestras clientas se animen a atenderse en sus casas y se atrevan a autoarreglarse el cabello, haciendo un seguimiento online y de esa manera nosotros hemos coacheado a todos nuestros colaboradores», contó el peluquero.

“Tengo cinco sucursales, una de ella es la escuela que acabábamos de abrir -Roller!- y para Leo Cut y sus 32 colaboradores se hace muy difícil este parate total por más que nosotros hemos salido hace poquito con la venta online, estamos empezando a facturar”, relató Leo, quien tiene su casa central LeoCut Maison en Minuzzi esquina A. Álvarez del barrio Arizu de Godoy Cruz.

En cuanto a la facturación, explicó lo difícil que es recaudar: “Lo más complejo es lograr los volúmenes de facturación que teníamos antes, hemos tenido que trabajar a través de las redes sociales haciendo un acompañamiento para poder explicar bien, desarrollar un protocolo de bioseguridad para poder enviar a domicilio, y así y todo cuesta salir adelante, cuesta acompañar a mis colegas y colaboradores a que tengan ánimo, a que todos los días quieran seguir para adelante».

“A la hora de tener que abrir nuestros locales queremos estar capacitados y preparados para poder atender con un protocolo de bioseguridad óptimo donde ninguna persona se ponga en riesgo, ni el equipo de trabajo ni los clientes que vengan a visitarnos”, explicó.

Otro caso es el de Natalia Altamiranda, quien tiene una peluquería en el barrio Covimet, de Godoy Cruz, y relató que la situación fue “asfixiante al principio”.

La desesperación de no saber cómo se desarrollaría la cuarentena y las prohibiciones para poder trabajar preocuparon a la vecina, quien vive junto a sus tres hijos y depende de su profesión para seguir adelante.

“Los empleados saben que el rubro trabaja en la mayoría por comisión. Mi equipo y yo somos muy compañeros desde hace más de 10 años. Estamos los tres al tanto de la realidad y que no hay ahorros para subsistir, por ejemplo, en estos momentos”, comentó.

“Los clientes viven consultando si estamos o no, muchos volvieron a sus trabajos y necesitan del servicio, el cabello corto es parte de la higiene, aunque no lo tengan en cuenta. Ofrecimos compras futuras, que aún nada funcionó por lo menos para nosotros.

He sentido una angustia muy grande, muy desamparados por el pago de los alquileres del local y mi casa, debiéndole a proveedores también. Y con tres hijos, separada y el padre también trabaja a comisión. Es muy traumática las situaciones en cada casa”, enfatizó.

“La verdad que la apertura de peluquerías súper controladas y con todos los cuidados sería bárbaro. Y así poder comenzar el círculo de pagos, de consumo y de poder sobrevivir”, remató.

Natalia tiene su peluquería familiar hace cinco años en la calle Carvantes 1337, de Godoy Cruz, a 100 metros del Puente Olive. En ella hay zona de juguetes, play, sector de barbería y damas. Además, en su casa (Caseros 519, Godoy Cruz) tiene gabinetes de maquillaje, uñas, depilación, masajes y podología.

Contenido provisto por: Julieta Gulino