Gustavo Milutín tiene 29 años. Sabe lo que es el trabajo desde muy chico, ya que en su casa vio el inicio de una empresa, fundada por su padre, que hoy se ubica en el carril Rodríguez Peña de Godoy Cruz y que cuenta con 30 empleados.

A pesar de juventud, Gustavo es el CEO de la empresa INAP, la misma que estuvo a punto de quebrar en plena pandemia y que fue el responsable en salvarla. En ese momento se encontraba en Buenos Aires cuando hablando con su padre, se refirieron a la situación de la empresa, al dinero que se debía y a lo complicada de la situación.

“Ahí me volví a Mendoza y, como parecía que nos íbamos a fundir, le dije a mi papá que empezáramos a hacer alcohol en gel. Arrancamos y nos fue muy bien”, explicó.

“Actualmente estoy tomando las riendas de la empresa. Allí trabajo desde los 13 años, que hacía las temporadas de verano y me ganaba unos pesitos. Cuando empecé mi carrera universitaria trabajaba en la empresa también pero no desde la dirección como ahora”, aseguró.

El futuro de la empresa

Tras ser uno de los responsables directos de salvar INAP, Milutín comenzó a meterse más en la empresa, regresó a Mendoza y puso su cabeza en la empresa dedicada a fabricar productos químicos para la industria de alimentos y bebidas.

“Ahora soy el CEO, estamos terminando de hacer la transición y empezando a armar planes de gestión para el 2023. Mi tarea es la planificación de estrategias para las líneas de productos que desarrollamos”, señaló y agregó: “El mundo va hacía un lugar más sustentable y hay que estar a tono. Hoy no basta con no ser parte del problema, si no que hay que ser parte de la solución”.

Actualmente la empresa fundada en 1999 por su padre, tiene a 30 empleados y desde Mendoza vende a Córdoba y a Buenos Aires y también a otros países. La idea es expandirse y abrir una planta en Paraguay. Es decir, seguir creciendo.