Fran Delgado, más conocido como Ccesco, no es un violinista más: él cambió las reglas del juego y llegó para demostrar que la impronta personal es lo que marca la diferencia. 

Criado en un hogar en donde se fomentaba la música clásica, Ccesco empezó a tocar el violín a los 6 años. A los 12 ya estaba ingresando en el preparatorio de la Universidad de Cuyo para iniciar la Licenciatura en violín, y hoy con 23 años está cursando su último año. Su profesora en la Universidad es Mariela Nedyalkova.

Para él las reversiones de temas de moda con este instrumento clásico surgieron como una necesidad de generar ingresos pero rápidamente encontró allí una veta para explotar y dar a conocer su enorme potencial. La respuesta del público era excelente y entonces se animó a salir a los shoppings de la zona. “Iba con una lista de temas, un parlante inalámbrico y pistas en un pendrive. Hacía sonar el tema que pedía la gente y tocaba el violín”, recuerda.  

El primer escenario al que se subió fue el de Palmares, en Godoy Cruz, que le dio un espacio para difundir su trabajo y hacerse conocer entre los vecinos de la zona. Desde entonces las oportunidades siguen llegando: debutó en eventos en el casamiento de Big Bruno, lo que le abrió las puertas a bodas y todo tipo de eventos. “Empezó el boom, la popularidad, el crecimiento». 

“Fue un proceso fantástico en el que fui encontrando un lugar nuevo para el violín, que a mí me encantaba y a la gente también. Eso me completaba y me llena al día de hoy. Es muy lindo compartir música con lo que uno sabe hacer y que la gente lo reciba de esa manera. Y al ser un instrumento clásico sonando en versión pop, reggaeton, cachengue o electrónica el público entra en la paradoja de ver que es nada más ni menos que el violín el que los está animando y haciendo bailar”.

Pero no hay techo para un artista como él. En los últimos años creció la demanda fuera de la provincia y he tenido la posibilidad de viajar. “Esto abre las puertas a que sea novedoso en otras partes del país y en Chile. Si me preguntás a dónde me gustaría llegar, es ahí: a ganar el público chileno”. 

A lo largo de todo este recorrido, Ccesco no solo creció en el rubro de la música sino que tuvo que adquirir todo tipo de aptitudes. “Siempre fui extrovertido pero logré un carisma para llegar más fácil al público y desenvolverme mejor con la gente. Sumé aptitudes de gestión, marketing digital y difusión».

Estos nuevos conocimientos lo inclinaron a abocarse también a otros proyectos, relacionados o no con el mundo de la música: una plataforma para brindar y recibir clases de violín online y offline, consultorías a otros emprendedores e incluso tiene en mente desarrollar una aplicación junto a un amigo. 

Si querés escuchar más de la música de Ccesco, podés enontrar en Spotify su CD Europa, un compilado de covers que combinan diferentes estilos: tango, folklore, pop, rock y clásicos. “La idea era ofrecer música y mostrar todas las facetas del violín. Es la magia que puede tener este instrumento dentro de este rubro que es fantástico”.