Pirotecnia cero: cómo afectan los fuegos artificiales a los animales

En estas fiestas, es importante estar atentos a las reacciones de nuestras mascotas para que no sufran.

La pirotecnia suele usarse en estas épocas para celebrar la Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, hace tiempo se sabe que generan diversos daños en animales y algunas personas.

Para darnos una idea, un petardo normal contiene 0,5 gramos de pólvora; un cohete, entre 0,5 y 15 gramos; y una traca, 20 gramos. Sus efectos son realmente nocivos no sólo para nuestras mascotas, sino también para otros animales que conviven en nuestro hábitat.

El oído de muchos animales es considerablemente más sensible que el del ser humano, por lo que las explosiones de fuegos artificiales no solo les resultan más perturbadoras, sino que les pueden dañar su capacidad auditiva.

Además, los ruidos causados por la pirotecnia generan miedo en los animales. Esto puede llegar a causar fobias en ellos al aumentar las reacciones de pánico a los ruidos fuertes y repetidos.

En este sentido, si nuestra mascota es de aquellas que se asusta, debemos estar pendientes de ellas para evitar que escapen, ya que es una reacción muy común ante el miedo de estos sonidos. Al escapar de ellos, muchas veces quedan desorientados y no saben volver a su hogar.

Por otra parte, los petardos son venenosos y su explosión libera partículas nocivas como el polvo fino. Si nuestro animal lo respira, puede empeorar enfermedades ya existentes o generar otras. Además, si el animal está cerca de la zona de elaboración, puede causar en muchas ocasiones quemaduras y daños en los ojos. El uso descuidado de los fuegos artificiales también puede ocasionar accidentes físicos en los animales.

Cómo sienten los perros los fuegos artificiales

Los perros tienen un oído mucho más sensible que el del ser humano. Su agudeza auditiva provoca que el sonido de la pirotecnia sea una experiencia negativa para ellos. Los perros suelen mostrarse ansiosos y agobiados al no poder escapar del sonido.

A diferencia de las tormentas, que pueden percibirlas de manera anticipada, el sonido de los fuegos artificiales les resulta algo inesperado, no identificable.

Muchos perros urbanos sufre alguno de los síntomas relacionados con las explosiones de petardos, siendo más habitual en los de avanzada edad.

Las reacciones más frecuentes son la falta de reacción, los intentos incontrolados de escapar, esconderse y temblores. También se pueden presentar otros signos como salivación, taquicardia, vocalizaciones intensas y trastornos gastrointestinales, entre otros.

Al no tener la capacidad de racionalizar su ansiedad, los perros experimentan de una forma más profunda e intensa el miedo. Hay que tener en cuenta que las reacciones pueden variar según la personalidad del perro. Por eso, es importante tener en cuenta que los primeros años de vida son determinantes. Exponerlos a estos sonidos ayudará a las respuestas de miedo que pueden llegar a tener de adultos.

¿Cómo lo sienten los gatos?

Los efectos de la pirotecnia en los gatos son menos evidentes, pero suelen actuar como los perros: se intentan esconder o escapar.

En el caso de los felinos, hay que tener más cuidado con su curiosidad. Si están cerca de una zona en los que se hacen los petardos, pueden intentar acercarse a olfatearlos o ingerirlos, algo que les significa un gran riesgo de intoxicación.

En cuanto a las explosiones cercanas, pueden llegar a sufrir lesiones físicas como la pérdida de vista o lesiones.

¿Cómo afecta la pirotecnia a los caballos?

Los caballos pueden sentirse fácilmente amenazados por los fuegos artificiales. Están en estado de alerta constantemente a causa de posibles depredadores.

Actúan de forma similar a las mascotas, mostrando señales de estrés y miedo. Es posible que intenten huir del lugar en el que se encuentran, incluso saltar vallados hacia zonas donde pueden ser atropellados.

¿Qué sucede con las aves?

El ruido de los petardos puede causarles taquicardia e incluso la muerte. Por el estrés, pueden llegar a abandonar temporal o permanente el lugar en el que solían estar.

Además, las respuestas de desorientación y pánico frente a los fuegos de artificio pueden provocar que las aves se estrellen contra edificios.

Contenido provisto por: Florencia Pescara