Coronavirus en primera persona: una mendocina contó cómo vivió la enfermedad hasta su alta

La joven de 26 años estuvo 21 días internada en el Hospital Español: «El alta fue hermosa, porque enfermeros y pacientes salieron para aplaudir».

Tras un viaje relámpago a Europa a principios de marzo, una mendocina contrajo coronavirus. Sus vacaciones se vieron truncadas por la pandemia, por lo que decidió volver a la Argentina el 17 de ese mes.

La joven profesional de 26 años estuvo 21 días internada en el Hospital Español de Godoy Cruz, con dos internaciones de por medio. Esta semana le dieron el alta, pero seguirá aislada por 14 días más por indicación médica y prevención.

Después de contraer el Covid-19, la mujer le contó a Noticias d cómo fueron sus días en el hospital y el desarrollo de la enfermedad desde que pisó Mendoza.

El alta médica

«Tuve muchas emociones luego de recibir el segundo test negativo. Fue mi mamá a buscar el alta y fue el primer contacto que mi familia tuvo con los médicos desde que empezó todo esto. Fue muy lindo encontrarme con ella, por más de que haya sido desde lejos, porque hace más de un mes que no la veo. Siento mucho alivio y estoy muy contenta», le contó la joven a Noticias d.

«El alta fue hermosa y muy emocionante, porque enfermeros y pacientes salieron desde las habitaciones para aplaudir y ponían canciones. Estoy feliz, como si me hubiera ido a un viaje eterno y recién estoy volviendo de todo eso», relató. Así mismo, la joven explicó que esta acción se hace cuando un paciente es dado de alta o tiene una buena recuperación: «el apoyo entre los internados es constante».

La internación

Los días en el hospital no fueron fáciles de sobrellevar, el encierro, la incertidumbre, la soledad y el malestar la acompañaron a diario. Sin embargo, hubo momentos de buen ánimo que le permitían estar entretenida.

Para su segunda internación, la joven tomó recaudos: “Esa vez me llevé la computadora. Como fue mi segunda internación me fui más preparada, me llevé ropa, y lo bueno es que el hospital instaló wifi así que podíamos ver películas y distraernos”.

También tuve días muy malos en donde hay que luchar contra tu humor, no veía las noticias, apagué el noticiero, pero las cosas te llegaban y hay mucha paranoia y estás sola todo el tiempo. Médicos, enfermeros, personal de limpieza y cocina entraban todos protegidos, sin poder hacer un contacto cara a cara. El encierro desde la habitación de un hospital en donde no podés ni abrir la ventana es ‘heavy’”, manifestó.

Tomar conciencia

 “Al salir, vi muchas personas en la calle; veo por las redes que la gente se cambia de casa, van a ver a sus familiares y novios y eso no nos va a ayudar en nada porque no toman conciencia de la gravedad del virus”, reflexionó.

La única manera de cuidarse es no salir por un buen tiempo, porque es muy contagioso”, enfatizó la joven.

Cuarentena y primeros síntomas

La mendocina llegó de Madrid el martes 17 de marzo y se instaló en un departamento que le alquiló su familia para cumplir la cuarentena de los 14 días que había establecido el Gobierno nacional.

“Ese día estuve bien, pero el 18 comencé a sentirme cansada, con dolores de cabeza, y tenía una febrícula constante, entre 37,5° y 37,8°, me dolía la garganta y tenía un poco de tos. Llamé a mi médico de la obra social y me dijeron que hasta no tener 38° de fiebre podía ser otra cosa.

“Yo creí que podía ser el estrés del viaje -ya que estuve 3 días entre Barcelona y Madrid para poder regresar a la Argentina-, una faringitis o algo así”, relató.

Tomó paracetamol, como le indicaron, hasta que se sintió mejor; no obstante, comenzó a no sentir gustos ni olores y terribles dolores de cabeza. “Esa noche (23 de marzo) me tomé la temperatura y fue la única vez que llegué a 38°”, agregó.

Finalmente, el martes 24 activaron el protocolo sanitario, le enviaron una ambulancia y la internaron en el Hospital Español por su obra social. “Me aislaron y me hicieron varias preguntas, un electro y una radiografía de pulmones, me colocaron suero, me tomaron la temperatura, me midieron el oxígeno, me sacaron sangre y me hicieron el hisopado”, enumeró.

En ese momento los estudios se realizaban en el Instituto Malbrán de Buenos Aires, por lo que sus resultados demoraron mucho, “recién el lunes 30 supimos que era negativo y me dio positivo en mononucleosis, ahí me dieron el alta”.

Negativo y con alta médica

Como la joven continuaba con algunos síntomas, los médicos le solicitaron que estuviera siete días más aislada, ya que vive con su mamá, una mujer asmática y en riesgo por su edad.

“A los cinco días me llamó una médica del Español para el control de la mononucleosis y, como me sentía bien, me pidió que fuera al hospital para realizarme un análisis de sangre. Además, ya no había riesgo de coronavirus porque habían pasado muchos días”, manifestó.

“Fui al hospital, me saqué sangre y desde ese momento ya podía volver con mi familia, aunque tenía mis dudas porque es un virus que se siente algo raro en el cuerpo, entonces decidí consultar con un médico particular y me aconsejó que me realizara nuevamente el test”, contó.

La joven volvió a internarse en el Hospital Español el miércoles 8 de abril, activaron el protocolo, le realizaron los mismos estudios e hisopado. “Esta vez lo mandaron al Laboratorio provincial y en 24 horas tuve el positivo”, finalizó.

Para obtener el alta definitiva, la paciente debió someterse a dos test más los cuales dieron negativo. Y así, este miércoles 22 obtuvo el alta.

«No puedo creer todo el tiempo que ha pasado, creo que contar lo que viví sirve para que la gente sepa lo que pasa y cómo se manifiesta el virus en el cuerpo», concluyó.

Contenido provisto por: Julieta Gulino