En las instalaciones del Frigorífico Aconcagua de Godoy Cruz funciona el Banco de Alimentos (BdA): una organización sin fines de lucro, que contribuye a reducir el hambre, la malnutrición y el desperdicio de alimentos en el país, rescatando de manera trazable y segura alimentos aptos para el consumo humano, antes de que sean desechados.

“Los alimentos rescatados son almacenados, clasificados y distribuidos entre entidades de ayuda comunitaria: comedores, hogares de niños y de ancianos, centros comunitarios y de apoyo escolar, entre otros”, nos cuenta Cecilia Graña, encargada de comunicación y del voluntariado.

Esta entidad nace durante la peor crisis económica que atraviesa el país, en el año 2001, ya que los centros comunitarios, comedores y demás organizaciones sociales estaban desbordadas de personas que necesitaban comer. En dicho momento los planes provinciales de alimentación llevaban 3 meses sin llegar a los comedores.

Ya con casi dos décadas de funcionamiento, el BDA trabaja junto a 84 entidades comunitarias que cubren las necesidades alimentarias de poblaciones en riesgo nutricional y tiene un alcance superior a las 30 mil personas.

Las entidades son su mayoría, comedores comunitarios, jardines maternales, centros de desarrollo infantil y familiar, hogarcitos y centros de apoyo escolar. “No se entregan alimentos a a personas en forma individual; sólo a organizaciones con personería jurídica y cuyos destinatarios sean niños y adultos, donde se les da comida para desayuno, almuerzo, merienda y cena”, señala Cecilia.

El BDA también organiza diferentes acciones para reunir colaboraciones, como su propuesta «Banco de Artistas«. “Esta iniciativa surgió para recaudar fondos. En esta caso con 35 artistas que intervendrán 35 banquetas que luego serán sorteadas”, explicó Graña.

Definitivamente, son las acciones solidarias las que ayudarán a sacar adelante a los sectores más vulnerables de la sociedad y este tipo de entidades son las que alientan a seguir trabajando por ello.