El Chalet de Bassi: la emblemática casa que se convirtió en un café literario

La casa ubicada en Peltier y Cervantes es una de las más emblemáticas. Su historia y su actualidad.

Cuando una persona pasa por Cervantes y Peltier de Godoy Cruz se observa una casona vieja. Si uno fuese un niño, hasta inventaría cuentos de brujas y fantasmas, pero no, dentro suyo, esa casa esconde otra cosa. Se trata del Chalet de Bassi.

La historia del Chalet de Bassi

Eran otros tiempos, Argentina vivía un ingreso masivo de europeos que intentaban salir de la crisis que había dejado la Primera Guerra Mundial y Argentina era un destino que era prometedor para los extranjeros desde décadas atrás.

Entre estos se encontraba Andrés Bassi, que con 18 años dejo su pueblo y viajó a Argentina con su hermano Ángelo.

Mendoza no fue su primer destino. Primero fueron cocineros para trabajadores de caña de azúcar en la región norte del país. Luego, el destino les mostró que tenían familiares en Mendoza, más precisamente en Rivadavia, y decidieron una nueva mudanza.

Poco después, Andrés construiría para su esposa, Adelina, el chalet de Bassi en Godoy Cruz. Era 1926 y el departamento todavía se iba agrandando para todo aquél que quisiera mudarse allí.

El chalet de Bassi: Villa Adelina

Si bien siempre se conoció a la casona como Chalet de Bassi, el lugar supo tener durante años un arco que tenía grabado el nombre “Villa Adelina”.

Sin embargo, en la década del ’80 un camionero calculó mal y lo derribó. Tal vez era el destino. Hoy para todo el mundo es el chalet de Bassi.

El chalet de Bassi hoy

Desde hace un tiempo, el chalet de Bassi suele diferente. En realidad, desde hace algunos años.

Allí, los descendientes de Andrés Bassi decidieron poner un hostel.

Para hacerlo restauraron por completo el lugar, respetando su construcción y su diseño.

Pero no es solamente un hostel. Es algo más lo que esta escondido en su fachada y es algo que en Mendoza pocas veces se ha visto.

Dentro del chalet de Bassi desde hace unas semanas hay un café, pero no cualquier café, se trata de uno literario. Uno de los pocos que hay en Mendoza y que abre de lunes a domingo. Como no podia ser de otra manera. Su nombre es café de Bassi.

Contenido provisto por: Daniel Calivares