Era casi mediodía del martes cuando en el cuartel de Bomberos de Godoy Cruz sonó la sirena. «Otro incendio más», deben haber pensado los vecinos del lugar, acostumbrados a ver los camiones del cuerpo de bomberos voluntarios salir en casos de emergencias.

Pero esta vez era diferente. El incendio era en una vivienda de Villa Hipódromo. Los vecinos se habían comunicado al 911 y también con el dueño de la casa siniestrada.

Al llegar, los bomberos ya sabían que en la casa no había nada. O no del todo, porque en el lugar se encontraban dos gatos y un perro.

Para los bomberos voluntarios de Godoy Cruz fue como si hubiese tres seres humanos en la casa. Apagaron las llamas y al ingresar encontraron a uno de los gatos en el comedor, otro en la cocina y el perro se encontraba en una de las habitaciones de la planta alta.

Si bien estaban vivos, el humo los había afectado. Fue en ese momento en que los vecinos de Villa Hipódromo observaron atentos una situación que no siempre se ve.

Con mucho cuidado y cómo si fuesen pequeñas personas, los tres animales recibieron prácticas de reanimación. Poco después, el dueño de casa los llevó a una veterinaria para asegurarse que se encontraban en buen estado.

Que la causa del incendio haya sido un enchufe detrás de un televisor quedó en segundo plano. Para muchos, lo importante del incendio, fue la humanidad de los bomberos al salvar a tres animales y reanimarlos para que hoy estén junto a su dueño.