Alicia soñaba con ser abogada, pero las vueltas de la vida, tras terminar la escuela, la situaron en una carpintería. Sin embargo, aprendió un oficio que desarrolla con la misma pasión desde que lo inició.

Detalle y dedicación

El patio de su casa de Barrio Parque es su lugar de trabajo. Allí deja libre la imaginación para crear y cumplir con los requerimientos de sus clientes. Y mientras arma un placard, dice con orgullo que “hace 35 años que me dedico a la carpintería. Tengo un oficio que amo y al que le dedico muchas horas de mis días”.

Alicia Anibaldi vive en Godoy Cruz, lugar que “es el mejor departamento que hay en Mendoza. Es un lugar que amo”. Y siguió: “Hace mucho tiempo que trabajo en mi casa. Pude abrirme camino sola y seguir haciendo lo que hago desde hace muchos años. Yo quería ser abogada, pero por una cuestión de la vida empecé a trabajar en una carpintería”.

“Me enamoré del oficio y aprendí. Me gustaba ir teniendo desafíos. Cada trabajo es una aventura porque hay que tener mucha atención, mucha dedicación”, explicó mientras colocaba, con una paciencia absoluta, una puerta.

Respecto de lo que fue encontrando en este largo camino, Alicia declaró: “Siempre fui capaz de desafiar todo lo que me impusieron”.

Para finalizar, Alicia dejó un mensaje para aquellas mujeres que quizás no se animan a dar el paso. “No hay nada imposible. No digo que sea fácil, pero sí se puede. Hay que tratar de desafiar los límites y seguir. Aprendí, me gustó. Tuve gente que me enseñó y eso lo agradezco un montón”.

“Nunca me sentí discriminada, al contrario, la gente siempre me ha elegido porque trato de hacer lo mejor en mi trabajo”, cerró.