Vuelta a clases y revinculación afectiva: «Todo cambio implica cierta crisis que nos enfrenta a nuevos aprendizajes»

Comenzó el ciclo lectivo presencial y con ello aparecen nuevas incertidumbres. La Licenciada en Psicología Paula Alcalde responde todas nuestras dudas.

Esta semana comenzaron las clases presenciales y en el departamento de Luján de Cuyo pueden observarse las paradas de colectivos, plazas, ingresos a los colegios y publicaciones en redes sociales colmados de padres e hijos que esperan ansiosamente conocer como se desenvolverá el protocolo de este nuevo inicio del ciclo lectivo en contexto de pandemia por coronavirus.

Noticias d habló con la Licenciada en Psicología Paula Alcalde para que desde su conocimiento nos brinde información sobre cómo serán las nuevas relaciones sociales, las ventajas y desventajas de la virtualidad, analizar el nuevo protocolo que propone una asistencia escalonada de estudiantes a las escuelas y cómo enfrentar este cambio de hábitos y rutinas en plena pandemia.

¿Cómo creés que va ser el inicio de este ciclo lectivo atravesado por la pandemia?

-Creo que como todos los inicios de clases, éste no se va a quedar atrás y generará un alto monto de ansiedad, tanto en niñas, niños y adolescentes como en los padres y docentes.

Respondiendo al contexto en el que actualmente nos encontramos va a tener una carga extra de emociones. Se experimentará desde la alegría generada por el reencuentro, el miedo que genera la incertidumbre de lo que va a venir, de cómo funcionaran los protocolos o de la posibilidad de contagio, hasta la tristeza de no poder compartir como antes los recreos y los espacios en el aula o lugares comunes.

Tenemos que tener en cuenta que nos vamos a encontrar con grandes cambios en la modalidad de asistencia a clases de la mano de los nuevos protocolos a raíz de la pandemia, por lo cual hay que considerar que todo cambio implica cierta crisis que nos va a enfrentar a nuevos aprendizajes constantes para los cuales hay que armarse de mucha paciencia.

El inicio escolar es parte de volver a adaptarnos lentamente a los grupos y espacios de socialización que nos fueron arrebatados en aquel momento cuando comenzamos con el periodo de cuarentena.

-Desde tu perspectiva, ¿cuál es la diferencia entre aprender desde casa con los padres y asistir al colegio con maestros?

Diferencias hay muchas, sobre todo hablando desde lo pedagógico. Los docentes fueron formados para enseñar y cuentan con herramientas y recursos para ello.

Creo que la principal diferencia es que las escuelas son un contexto de socialización muy importante para los niños, donde ponen en práctica y evolucionan las habilidades y herramientas sociales aprendidas en la familia. Esto no se pudo sostener durante el ciclo lectivo que pasó debido a que los niños debieron quedarse en sus hogares.

Considero que la sociedad está aprendiendo a partir del sacudón recibido por la pandemia. No me animaría a recomendar una de las modalidades.

Me parece que es muy interesante el interjuego que se puede dar entre ambas modalidades. Pero como mencioné antes, esto es un cambio y los cambios nos obligan a probar cosas nuevas, a sentir incertidumbre, miedo y ansiedad entre muchas otras emociones. Por lo que este movimiento generara un fuerte desafío tanto a padres como docentes.

La psicología en tiempos de pandemia

-¿Cómo fue tu trabajo este último tiempo?

-En este contexto pandémico se incrementaron considerablemente las consultas en general, pero principalmente de padres preocupados por sus hijos.

El año pasado tuve la experiencia de trabajar en una institución acompañando niños y adolescentes con hipoacusia en su proceso de escolarización. Se realizó un trabajo en red e interdisciplinario y se hizo fuerte hincapié en el trabajo con padres y familia.

A grandes rasgos se trabajó orientando a las familias en el manejo del monto de ansiedad elevado en niños, en cómo acompañarlos en el proceso emocional por el que están transitando, cómo acoplase a los tiempos de la virtualidad y en la organización espaciotemporal durante el confinamiento, ya que la mayoría de las consultas rondaban alrededor de eso.

-¿Y con los docentes?

Con docentes el trabajo estuvo centrado en la gestión saludable de las emociones que generaba el encontrarse con nuevas modalidades de dictado de clase y de vinculación con padres y alumnos. También en la organización de tiempos y espacio, la puesta de límites saludables, aprendiendo a respetar sus propios tiempos y espacios en la medida de lo posible.

-¿Cuál es tu mayor recomendación ante esta situación?

Mis recomendaciones (que pueden aplicarse a todos) son que se animen a buscar apoyo y contención de profesionales de la salud, que trabajen mucho reconociendo sus emociones y usándolas de manera adecuada y sana. Que busquen espacios de esparcimiento, disfrute y placer.

Específicamente a padres y docentes, recomendaría que además de todo lo mencionado tengan en cuenta que estamos aprendiendo a convivir bajo nuevas reglas y nuevos contextos, es importante la organización de los espacios, la creación de rutinas y ser constantes en ello, que brinden espacios de escucha y contención a niñas, niños y adolescentes. Escuchar sus miedos e inquietudes previas al comienzo de clase, al igual que los que irán surgiendo a medida que transcurre el tiempo, validar las emociones de los niños y entrenar mucho la paciencia.

La vuelta a la presencialidad

-¿Considerás que con la vuelta a clases las relaciones afectivas se verán afectadas? 

-Sí, por supuesto. Las relaciones afectivas se ven afectadas desde el comienzo de la pandemia y han ido pasado por diversos cambios a los que nos hemos tenido que ir adaptando.

En mi opinión, docentes y alumnos tendrán que aprender a convivir y crear un nuevos vínculos y lazos afectivos a partir de las nuevas pautas que dará el protocolo que se pondrá en marcha. Será un proceso de revinculación importante y complejo.

Sin embargo, cabe destacar que en algún momento aprendimos a conservar y continuar nuestros vínculos sociales y afectivos en la virtualidad y, como seres sociales y emocionales, encontraremos nuevas formas de relacionarnos.

-¿Cómo se les enseña a los niños a cambiar de hábitos?

-Hay que generar en primera instancia conciencia en niños, niñas y adolescentes de la importancia de cada uno de los aspectos establecidos en el protocolo y explicarles el porqué de ellos. Es importante el hecho de brindarles información.

En segunda instancia, acompañar el aprendizaje de estos nuevos hábitos con el ejemplo, es decir que niñas, niños y adolescentes puedan observarlo en referentes adultos. También generar espacios de reflexión con quienes ya son más grandes y pueden hacerlo y sistematizarlos. Ponerlos en marcha en casa y aprender a sostenerlos en el tiempo.

Y es aquí que vuelvo a hacer hincapié en la paciencia como clave fundamental, porque docentes y padres van a necesitar mucho de ella en este periodo de adaptación. Y sugiero validar el enojo que esto puede llegar a generar y usarlo para poner toda la energía en que estos hábitos se automaticen en las y los más pequeños.

¿Qué impacto van a tener las nuevas medidas en los maestros?

-Creo que el principal impacto que van a sufrir las y los docentes tendrá que ver con el incremento del nivel de ansiedad que implicara poner en marcha los protocolos, sumado al proceso de reinventarse y adaptarse a las nuevas modalidades de enseñanza que las mismas demandan.

La virtualidad, ¿es un factor positivo o negativo?

-La virtualidad tiene mayormente aspectos positivos, pero también se pueden observar algunos negativos.

La virtualidad ha permitido acortar las distancias, superando las limitaciones de tiempo y espacio generadas por la pandemia. Ha permitido en ciertos casos tener acceso a otra clase de materiales audiovisuales que aumentan la calidad del aprendizaje. Facilita el desarrollo de un pensamiento creativo y constructivo. Al tener el material disponible durante las 24 horas permite el aprendizaje de habilidades como la planificación y la organización necesaria para generar una rutina que permita sostener el aprendizaje por este medio.

Entre los aspectos que considero negativos, es que afecta los lazos afectivos que pueden llegar a generarse en la presencialidad. Por otro lado, si hay dificultades en el establecimiento de una rutina diaria organizada las habrán también en el espacio de aprendizaje. Podríamos sumarle que no existe aún (o esta en proceso de construcción) una estructura pedagógica que acompañe y actúe como base de dicha modalidad. Y por último, y muy importante, que una mala conexión de internet, falencias en el equipo o material de trabajo pueden generar retrasos e interrupciones en el aprendizaje mismo.

-Respecto a la cultura tecnológica actual, ¿debe cambiar el sistema educativo tal y como lo conocemos?

-En mi opinión el ingreso de la virtualidad en el ámbito educativo marca la ruptura de un paradigma en el sistema educativo, como así también la necesidad de evolucionar. Es por ello que generar cambios en el mismo (una tarea muy difícil), es sumamente necesario para acompañar su evolución y crecimiento.

Contenido provisto por: Ailín Cammeruccio